madrid. Pista libre para Alfredo Sáenz, que seguirá como consejero delegado del Banco Santander pese a sus antecedentes. Todo porque el Gobierno español aprobó ayer un decreto que permitirá que los banqueros con antecedentes penales puedan seguir ejerciendo. Ese será el caso de Sáenz, que seguirá al frente del mayor banco estatal pese a que el Tribunal Supremo anuló parcialmente el indulto que le había sido concedido por el anterior Gobierno socialista en relación a una causa de 1993, cuando Sáenz trabajaba en el Banco Banesto.
Según los cambios aprobados por el Consejo de Ministros en un real decreto, el Banco de España deberá determinar la honorabilidad de un banquero o miembro de un consejo de administración de una entidad financiera teniendo en cuenta los nuevos criterios, más amplios que los anteriores. Así, deja en manos del Banco de España la decisión de inhabilitar al banquero, algo poco probable teniendo en cuenta que fue el propio Gobierno el que nombró a Luis María Linde como gobernador del banco.
La nueva norma cambia la definición de honorabilidad. Según la redacción, "concurre honorabilidad comercial y profesional en quienes hayan venido mostrando una conducta personal, comercial y profesional que no arroje dudas sobre su capacidad para desempeñar una diligente y prudente gestión de la entidad".