MADRID. Al término de la reunión del Consejo de Ministros, Montoro señaló que, pese a ello, la presión fiscal en España es "anormalmente baja", situándose en el 35% del PIB en 2011, una situación de "anormalidad" que, según el ministro, advierten todos los organismos internacionales.

Así, indicó que en el año 2012 las subidas de impuestos aprobadas por el Gobierno han elevado la presión fiscal casi un punto, "algo necesario", en opinión de Montoro, a pesar de admitir que el Ejecutivo "ha lamentado" tener que adoptar estas decisiones. Además, recordó que en 1996 España contaba con una presión fiscal dos puntos superior con un PIB per cápita que era 15 puntos inferior al actual.

Por todo ello, afirmó que el Gobierno, antes de adoptar la decisión de subir o no los impuestos, tiene que analizar la evolución de la recaudación, los resultados de la lucha contra el fraude y el afloramiento de las bases imponibles tras la amnistía fiscal, pero siempre "desde la equidad y el principio de no lastrar el crecimiento económico".

En el caso concreto del IVA, Montoro aseguró que el Gobierno no planteará una "recalificación de los productos" que actualmente disfrutan del IVA reducido, ya que fundamentalmente se trata de los sectores del transporte, hostelería y turismo, "que son pioneros en Europa" y claves para que España pueda salir de la crisis.

Además, recordó que ya el año pasado se elevó el IVA de estos sectores del 8% al 10% y que hacerlo nuevamente este ejercicio perjudicaría la competitividad de la economía española. "Esta medida perjudicará a dos de los grandes motores de la economía española, por lo que no hay ninguna intención de hacerlo y la Comisión Europea no nos pide que hagamos medidas adicionales para 2013", reiteró.