lisboa. El primer ministro de Portugal, el conservador Pedro Passos Coelho, anunció ayer que efectuará más recortes de gastos y hará "todo lo posible" para evitar un segundo rescate del país, al informar de los problemas generados por el fallo judicial contra sus medidas de austeridad. En una alocución televisada a toda la nación tras recibir ayer la confianza del jefe de Estado portugués, Aníbal Cavaco Silva, para concluir la legislatura, el líder conservador luso rechazó la posibilidad de volver a subir los impuestos y anunció que habrá reducciones de gastos en áreas como la salud, seguridad social y empresas públicas.

Passos Coelho también responsabilizó al Tribunal Constitucional, que el viernes invalidó la suspensión de una de las pagas extras de jubilados y pensionistas y otros recortes sociales, de poner en riesgo la recuperación financiera del país y las negociaciones para alargar los plazos de devolución del rescate que pidió en 2011.

Según Passos Coelho, la decisión de la máxima instancia judicial lusa implicará que Portugal no reciba el desembolso (de unos 2.000 millones de euros) correspondiente al séptimo tramo trimestral de su rescate porque la evaluación realizada el mes pasado ya no "está terminada" y habrá que "hablar" con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).

El Gobierno luso cuenta con mayoría absoluta parlamentaria, recordó, y seguirá empeñado en cumplir todos los compromisos del país, sanear sus finanzas y superar la crisis económica. Pero la tarea será ahora "más difícil" con la sentencia del Tribunal Constitucional, y no solo para el Ejecutivo, subrayó, "sino también para todos los portugueses".

aún en el túnel El primer ministro sostuvo que Portugal no ha salido aún de la "emergencia financiera" en que se encontraba cuando el actual Gobierno llegó al poder, con las elecciones anticipadas de junio de 2011, y tiene por delante "un camino largo y difícil" para recuperar la credibilidad y confianza de sus socios y acreedores. Los argumentos empleados por el mandatario portugués coinciden plenamente con los que en España expone el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que culpa de la situación que vive el país al anterior Gobierno. Tanto Rajoy como Passos Coelho forman parte del PP europeo.

En su discurso de casi media hora de duración, insistió en que el país no puede quedarse "de brazos cruzados" o en espera de que Europa le solucione sus problemas porque eso agravaría aún mas la situación y limitaría su capacidad de elección.

El fallo del Constitucional crea un agujero presupuestario superior a los mil millones de euros en Portugal y Passos Coelho espera compensarlo con reducciones de gastos en diversos ministerios, aunque señaló la contrariedad que ese desajuste supone para cumplir las metas de déficit del país. Habrá quienes vuelvan a la "demagogia" y acusen al Gobierno de desmontar el Estado social, pero el país "no dispone de financiación y no es capaz de afrontar parte de sus gastos", advirtió.

piden la dimisión Nada más concluir el discurso, varios portavoces de la oposición de izquierda insistieron en pedir la renuncia del primer ministro y rechazaron que exija nuevos sacrificios a los portugueses. Passos Coelho, que superó el miércoles una moción de censura, volvió a ser blanco de peticiones de renuncia el jueves y viernes a raíz del fallo del Constitucional y de la dimisión de uno de sus ministros, en medio del escándalo por su presunta titulación universitaria fraudulenta.