La publicación, que difundirá íntegramente esta información en su edición de mañana, cita como fuente al presidente del comité de empresa, Bernd Osterloh, que indica que este movimiento es consecuencia del tirón de la demanda en mercados emergentes como China.

Así, el gigante de Wolfsburg, el tercer mayor fabricante de vehículos del mundo, espera contar en 2018 con unos 600.000 trabajadores, frente a los 550.000 empleados actuales.

"Con la crisis de ventas en Europa debemos tener especial cuidado donde reforzamos nuestra plantilla", señaló Osterloh.

Volkswagen ganó el pasado año 21.900 millones de euros, un 38,6 % más que en 2011 y logró un beneficio operativo de 11.500 millones de euros, un 2 % en términos interanuales.

En la actualidad cerca de 300.000 trabajadores de Volkswagen están empleados fuera de Alemania; y más de la mitad de ellos, fuera de Europa.