NICOSIA. El presidente de Chipre, Nicos Anastasiades, se ha visto obligado ante la opinión pública de su país a un gesto simbólico para demostrar su solidaridad con el pueblo chipriota, castigado con el corralito y las medidas que acarreará el rescate de la UE. Por ello, ayer anunció a través de su cuenta de Twitter que ha decidido reducirse el salario un 25%.El salario anual del mandatario chipriota se situó en la última legislatura en 158.551 euros anuales.

También los ministros chipriotas verán reducidos sus ingresos un 20%, tal y como indicó Constantinos Petrides, portavoz presidencial. Los componentes del Gobierno de Nicosia renunciarán, además, a una paga extra.

Por otro lado, el Ejecutivo ha creado una comisión para investigar "las responsabilidades criminales, civiles o políticas" que han precipitado el colapso bancario en la isla. Sus miembros serán tres exjueces de la Corte Suprema.

El presidente de Chipre agradeció a sus compatriotas "su madurez y tranquilidad" en la jornada de reapertura de los bancos. "Quiero agradecer a los chipriotas la madurez y tranquilidad que han demostrado en sus relaciones con los bancos", afirmó Anastasiades.

Las sucursales de las entidades financieras chipriotas volvieron a abrir sus puertas ayer, tras el cierre que han mantenido en las últimas dos semanas, en tanto el Gobierno del país acordaba las condiciones del rescate de la UE.

Por su parte, el Gobierno esloveno negó que sean casos parecidos, pero el rescate financiero a Chipre ha reabierto los temores a que el país centroeuropeo tenga que recurrir también a ayuda externa, una duda manifestada en la subida de los intereses de la deuda, que se mantuvo ayer por encima del 6 %.

La primera ministra Alenka Bratusek se apresuró a tratar de limitar daños y calificó de "innecesarias e inapropiadas" las comparaciones que varios medios internacionales están haciendo entre la crisis chipriota y la situación de los bancos eslovenos.