madrid. Si el hecho de que el Gobierno español se había quedado solo con sus previsiones era algo notable, ayer llegó la puntilla. El banco de España destrozó las previsiones del Ejecutivo sobre la mejoría de la economía estatal. Mientras el Gabinete de Rajoy se mostraba moderadamente optimista a finales del año pasado, el banco regulador arrojó ayer un jarro de agua fría, helada, sobre esas previsiones. Según el Banco de España la caída de la actividad será tres veces mayor que lo previsto por el Gobierno y lo que es peor, el paro no dejará de crecer en este año -aunque sí lo hará el próximo 2014-.
El Banco de España prevé que la economía caiga este año el 1,5% y que el paro llegue al 27,1% -el Gobierno popular mantiene que la caída del PIB será del 0,5% este año y augura un incremento del 1,2% en 2014, mientras el banco regulador cree que será solo del 0,6%-. Ello en un contexto de marcada debilidad en el que empresas y familias seguirán reduciendo deuda, los ingresos de los hogares continuarán a la baja y las administraciones mantendrán la austeridad en el gasto. A ello se suma la crisis del sector inmobiliario que, tras cinco años de ajuste acelerará su caída en 2013, así como los riesgos a la baja que puedan provocar las dudas sobre la situación en la zona del euro.
Además, las previsiones de la entidad que dirige Luis María Linde para 2013 y 2014 sitúan el déficit en el entorno del 6% en ambos ejercicios, lo que significaría incumplir nuevamente con lo pactado y aumentar la deuda pública.
Las nuevas previsiones del Banco de España se sitúan en la línea de las efectuadas ya por la Comisión Europea, el FMI y la OCDE, que prevén que el PIB español retroceda entre el 1,4 y el 1,5% este año, subrayando así la soledad de un Gobierno, que pese a que ha anunciado que revisará sus cuentas el próximo mes, sigue viendo brotes primaverales en la economía estatal.
Al menos eso es lo que se desprende de las palabras del secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, quien ayer explicó que el Gobierno considera pesimista el panorama que pinta el Banco de España en sus proyecciones para el bienio porque cree que la entidad ha partido de "un umbral muy conservador" en su análisis.
También la ministra de Empleo, Fátima Báñez, restó importancia a estas previsiones -suyas son habitualmente las palabras más optimistas entre los miembros del Gobierno-. Ayer, ante la Comisión de Empleo del Congreso, la ministra solo destacó que el informe del banco regulador también apunta que el ritmo de destrucción de empleo se ha frenado en los últimos meses. Según añadió, las proyecciones del Banco de España "son previsiones" emitidas por un servicio de estudios, al que "respeta", y que las del Gobierno son, en cambio, las referencias "oficiales".
Rectificación Pero lo cierto es que el Gobierno se queda solo. Sus previsiones son las más optimistas y de equivocarse, la situación podría agravarse, ya que de esas proyecciones nacen los Presupuestos. Quizá por ello, Rajoy ya ha abierto la puerta a una rectificación.
"Las previsiones de 2013 están en el cuadro macroeconómico que acompaña a los Presupuestos Generales del Estado. Ahora, en el próximo mes de abril, debemos presentar el Programa de Estabilidad. Estamos estudiando todas las informaciones disponibles, hablando con la CE y, si es necesario, procederemos a la rectificación, a un cambio en las previsiones, como han hecho el FMI y la CE", dijo Mariano Rajoy hace justo una semana. "Las previsiones no son quinielas, son objetivos de política económica que deben cumplirse, y de hecho vamos a cambiar estas previsiones", aseguró.
El Gobierno ultima sus nuevas previsiones para presentarlas ante la Comisión Europea el próximo mes de abril. Este proceso avanza en paralelo a los contactos con Bruselas sobre las nuevas metas de déficit, que serán determinantes para establecer el ritmo de los ajustes para este y el próximo año. Por este motivo, el Ejecutivo ha ido aplazando la actualización de su cuadro macroeconómico. "Los organismos internacionales han cambiado en numerosas ocasiones sus previsiones porque hay factores que pueden obligar a ello", insistió Rajoy.