Vitoria. Mercedes dio ayer el banderazo oficial a su nuevo reto industrial en Vitoria, la construcción de un nuevo modelo de furgoneta -el VS20- que garantizará no sólo la estabilidad de la planta de Ali Gobeo y sus 3.200 trabajadores directos, sino que supondrá un soplo de aire fresco para el resto del tejido empresarial vasco, dependiente en gran modo de la salud de este gigante alemán. El preacuerdo fijado en septiembre de 2011 entre la empresa y los sindicatos para ensamblar en la capital alavesa tan estratégico proyecto -que asegura carga de trabajo para la próxima década- dio ayer su primer paso con el inicio de la modificación de la actual cadena de montaje bruto, que deberá ser dotada con los troqueles, herramientas y robots necesarios para fabricar la futura furgoneta.
Para el desarrollo de esta ambiciosa adaptación, la dirección alemana ha previsto once semanas de trabajo que ha repartido en dos fases: la primera, de tres semanas, comenzó ayer lunes con la paralización de la producción hasta el próximo 15 de abril. De este periodo, seis días corresponderán al ERE que la empresa ya presentó para tal fin hace un tiempo -25 días de expediente real más otros cinco de colchón para evitar imprevistos de última hora dada la magnitud de la obra-, y el resto corresponderá a las vacaciones de Semana Santa y los días activables que ya habían sido fijados en el calendario laboral.
170 millones de inversión La segunda fase durará ocho semanas y se distribuirá entre el 19 de julio y el 16 de septiembre. Período donde también se detendrá la producción -los trabajadores de prototipos sólo pararán durante La Blanca- y donde podrían impartirse unos cursos de formación sobre el nuevo vehículo que aún están por definir.
Si todo transcurre según lo previsto, y nada de lo realizado hasta la fecha dice lo contrario, Mercedes pretende a partir del mes de octubre comenzar a producir al mismo tiempo el modelo tradicional NCV2 (Vito y Viano) con el nuevo. Un proyecto de embergadura del que pocos dudan que se cumplirá. El antecedente de los prototipos que desde hace meses un centenar de operarios lleva ensamblando con éxito en la otra fábrica de Mercedes avalarían esta confianza. El proyecto del VS20 supondrá una inversión directa de 170 millones y podría suponer la contratación de entre 400 y 500 trabajadores.