vitoria. Once días después de que la dirección de Michelin en España se descolgara ante sus trabajadores con una propuesta encaminada a enderezar la situacion del gigante francés en la Península -"el mercado nacional se encuentra deprimido hasta niveles nunca conocidos y sin visos de mejora en el muy largo plazo", comunicó a través de una carta- y que exigía, entre otras medidas, una reducción significativa de los pluses establecidos y el despido de 300 operarios, un centenar en Vitoria, ayer le tocó el turno al comité intercentros, que advirtió a la empresa que no comparte el paquete de medidas planteado.

En concreto, y aún reconociendo la gravedad de la situación por la que atraviesan en estos momentos todas las plantas de Michelin, la propuesta que UGT y CCOO presentaron ayer a la dirección basa su profunda disconformidad en tres puntos sustanciales: la no supresión del histórico turno 5x8, la necesidad de colectivizar todas las medidas de flexibilidad y reactividad y la exigencia de dotar a la futura relación de un mayor control sindical en forma de comisión que garantice unos niveles mínimos de transparencia. "Si en un momento dado los bolsillos de los trabajadores van a ser tocados, queremos saber en todo momento los motivos y las razones", destacó ayer a este diario un portavoz sindical. En aras de agilizar las negociaciones, ambas partes volverán a reunirse el próximo viernes en Lasarte, justo nueve días antes de que expire el calendario laboral que la empresa fijó a finales de diciembre para el primer trimestre del año. Es decir, sin apenas margen para dilatar ese nuevo encuentro. Al igual que en anteriores convocatorias, ELA, LAB, ESK y CGT volvieron a mostrarse ayer contrarios a la propuesta presentada.

El desarrollo del encuentro de ayer fue rápido. Y del resultado es posible deducir que existe voluntad e implicación de negociación por parte de los representantes sindicales, pero no a costa del empleo, que la plantilla entiende intocable.

"el 5x8 es eficiente" En este sentido, el histórico 5X8 parece haberse convertido ahora en la Cruzada que toca defender. Renunciar al llamado quinto equipo supondría, según fuentes sindicales, la creación en Vitoria de una bolsa de 500 empleos "absolutamente eventuales". Para estas mismas fuentes, la eficiencia de este sistema está fuera de toda duda. "Ha demostrado que con cargas productivas normales no sólo es eficiente sino que ayuda a mantener un mejor reparto de rotaciones y descansos". En este sentido, cualquier intento de alcanzar un acuerdo entre ambas partes pasará inexorablemente por la continuidad de los cinco equipos, avisaron ayer desde CCOO y UGT.

De igual modo, la hoja de ruta diseñada desde el comité también plantea otras exigencias como la reducción "al mínimo" de las medidas que impliquen una disposición individual de las jornada de los trabajadores, es decir, que haya despidos, o la necesidad de dotar al contexto de un mayor control sindical en forma de comisión donde los trabajadores, "ya que nos vamos a implicar de manera muy activa", puedan conocer y debatir aspectos relacionados con la planificación, la regulación de los sistemas de trabajo o sus calendarios. Un sistema, por cierto, que ya existe desde que en 2009 se firmó el AME, el Acuerdo Marco de Excepcionalidad donde la dirección y los trabajadores fijaban acuerdos estratégicos de forma "dinámica e inteligente".