CHIPRE. Los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro acordaron un rescate de 10.000 millones de euros para Chipre, pero a cambio de la ayuda multimillonaria de sus socios, el nuevo Gobierno de Nicosia ha tenido que cruzar una línea roja y aceptar una quita a todos los depósitos, algo que enfadó mucho ayer a la población.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, informó tras más de diez horas de negociaciones que el rescate incluye "ambiciosas medidas" en el ámbito de la consolidación fiscal, las reformas estructurales y las privatizaciones, así como "acciones determinantes" para salvaguardar la estabilidad financiera.
El nuevo presidente de Chipre, el conservador Nikos Anastasiadis, ha permanecido en Bruselas tras la cumbre europea para seguir de cerca las negociaciones y estar en contacto permanente con su ministro de Finanzas de Chipre, Michalis Sarris. Finalmente, el Eurogrupo logró reducir el monto total de la asistencia de los 17.000 millones de euros inicialmente calculados hasta 10.000 millones de euros, explicó Dijsselbloem.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, explicó que propondrá "una contribución" de la institución al rescate, aunque no pudo adelantar la cantidad, dado que la propuesta acordada ayer "es sostenible" en el interés de la economía chipriota, provee la financiación apropiada y distribuye adecuadamente la carga con las quitas sobre los depósitos.
El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, señaló que, a su entender, el Gobierno ruso está dispuesto a contribuir al rescate mediante la reducción de las tasas de interés del préstamo concedido a Chipre, pero que "no he visto hasta ahora voluntad de ir más allá".
"una situación especial" Los Diecisiete pactaron un paquete de medidas que incluye un impuesto extraordinario del 9,9% sobre los depósitos de más de 100.000 euros y uno de 6,75% para los de menos, así como un aumento del impuesto de sociedades del 10% al 12,5%. Al ser preguntado por el hecho de que con esta medida los depósitos de hasta 100.000 millones de euros ya no quedarán garantizados por fondos de garantía de depósitos como establece la propia Unión Europea (UE), Dijsselbloem explicó que es una "situación especial" y que el gran tamaño de su sistema bancario requirió un "programa específico". La tasa se aplicará una sola vez y se impondrá para depositantes residentes y no residentes de Chipre. Dijsselbloem explicó además que la tasa especial sobre los depósitos permitirá aportar unos 5.800 millones de euros.
También explicó que las tasas serán "congeladas" para garantizar que puedan ser recaudadas, pero que el resto de los depósitos estarán "libremente disponibles" para los clientes.
El Banco Central de Chipre tiene ya un "plan de contingencia" para controlar los flujos de depósitos diarios y evitar huidas de capital, señaló Asmussen.
Sarris aseguró que la decisión de aceptar las quitas, a las que Chipre siempre se opuso, "ha sido muy difícil", pero recalcó que se podría haber perdido mucho más dinero en una bancarrota del sistema bancario o del país. En cualquier caso, explicó, los depositantes recibirán como compensación acciones por el valor equivalente a la quita que tendrán que asumir los clientes.
largas colas en los cajeros Tras conocer la decisión del Eurogrupo de aplicar una quita a todos los depósitos privados del país, los chipriotas, muy indignados, acudieron masivamente a los cajeros automáticos para sacar dinero. En las largas colas formadas frente a ellos, la rabia era el sentimiento prevalente entre los habitantes, que intentaban retirar el máximo dinero posible de sus cuentas, aunque los sistemas permitían sólo extraer 1.000 euros diarios y las entidades se apresuraron a bloquear la banca electrónica.
En los bancos cooperativos locales, que suelen estar abiertos también los sábados, se formaron desde los primeros minutos de su apertura largas colas de clientes, que solicitaban retirar sus depósitos.
Poco después, las cooperativas cerraron sus puertas, tras una decisión anunciada por el director general del Banco Central de las Cooperativas, Erotocritos Jlorakiotis, quien en declaraciones a la radio explicó que los bancos cooperativos quedarán cerrados debido a que la decisión del Eurogrupo tenía que ser aplicada inmediatamente.
Hasta el martes, primer día en que volverán a abrir los bancos por ser los lunes festivo, se han bloqueado los sistemas de transferencias para evitar una fuga de capitales, un corralito parcial que ha enfurecido aún más a la ciudadanía.