VITORIA. La industria vasca del acero notó el pasado año los embates de la prolongada crisis en forma de un nuevo descenso de la producción cercano a un 20%, por encima de la medida española que se redujo un 13%, según Unesid. Esto ha provocado que la producción total de acero salido de la docena de acerías que se mantienen en Euskadi sumase menos de cuatro millones de toneladas cuando en 2007, el máximo antes de esta crisis, la cifra alcanzó los 7,5 millones de toneladas. En el Estado español la producción total ha sumado unas 13,6 millones de toneladas, un 13% menos.

La exportación permitió salvar la actividad dada la baja demanda local. Con datos del conjunto del Estado, las ventas en el exterior fueron el destino del 55% de la producción vasca.

La caída de la producción por la menor demanda existente ha obligado a buena parte de las empresas, - Nervacero, Arcelor, ACB, Corrugados Azpeitia...- a recurrir a expedientes de regulación de empleo (ERE), parar temporalmente instalaciones o concentrar la producción en unas en detrimento de otras como ha hecho, por ejemplo, Arcelor Mittal en Gipuzkoa.

Salvo excepciones puntuales en aceros especiales, la evolución de la industria siderúrgica vasca es negativa. Una muestra de ello lo evidencia el hecho de que el mayor fabricante mundial, Arcelor Mittal, cerró el pasado año con unas pérdidas de 2.780 millones de euros. El grupo cuenta en Euskadi con cuatro acerías además de varias plantas procesadoras.

Las acerías vascas de Arcelor Mittal notaron claramente el efecto de la caída de la demanda en 2012. Así, en el segmento de productos planos de acero al carbono, la planta de ACB Sestao (Bizkaia) solo produjo unas 400.000 toneladas, -su capacidad es cercana al millón de toneladas anuales- al estar parada parte del año y vendió una cuarta parte en los mercados internacionales.

En Gipuzkoa funcionó mejor la acería de la antigua Aristrain, con 800.000 toneladas de acero producidas. La factoría elabora productos largos, tipos perfiles, destinados a infraestructuras y exportó gran parte de su producción. La antigua AHB de Bergara mantuvo la acería parada, aunque laminó 320.000 toneladas. Y la fábrica de Zumarraga, antigua Esteban Orbegozo, sacó de sus hornos eléctricos unas 600.000 toneladas. En total 1,8 millones de toneladas de acero salieron de las acerías del mayor grupo siderúrgico mundial en Euskadi.

En la actualidad en la Comunidad Autónoma Vasca hay doce acerías. Cinco en Bizkaia: ACB Sestao (Arcelor Mittal), Productos Tubulares (Tubos Reunidos), Olarra (Rodacciai), Nervacero (Celsa) y Sidenor (Gerdau). Dos en Araba: Aceralava (Tubacex) y Tubos Reunidos. Y cinco plantas en Gipuzkoa: Aristrain Olaberria (Arcelor Mittal), AHB Bergara (Arcelor Mittal), Arcelor Zumarraga, Corrugados Azpeitia (Gallardo) y la pequeña de CAF en Beasain.

En todo caso, entre las compañías que cuentan con acerías en Euskadi, -todas de horno eléctrico-, hay que distinguir, los fabricantes de aceros especiales y las plantas que fabrican productos de acero común al carbono destinados básicamente a la construcción, caso de la vizcaína Nervacero-Celsa, o Corrugados Azpeitia, antigua Marcial Ucín, que están pasando momentos muy complicados a tono con el sector de destino de sus productos: la construcción.

La caída de la producción de aceros corrugados es espectacular, pese a los esfuerzos exportadores y a las ventas realizadas en países del norte de África como Argelia donde la existencia de un tratado de libre comercio con la UE evita el arancel del 15% que pagan los hierros de la antigua Unión Soviética o Turquía y ayudan a dar salida a la producción que no absorbe Euskadi. Según el director general de Unesid, Andrés Barceló, la CAV es donde más tardó en ponerse en marcha los recortes en infraestructuras pero ahora está todo muy parado.

Aceros especiales, mejor Mucho mejor han evolucionado los fabricantes de aceros especiales como los tuberos Tubacex y Tubos Reunidos, así como Sidenor-Gerdau u Olarra. Todo estos elaboran aceros para el sector energético -caso de los tuberos- o automóvil y maquinaria, caso de Sidenor y Olarra, mercados que a nivel europeo y mundial han funcionado mucho mejor que el mercado interno español. De hecho, empresas como Tubacex o Tubos Reunidos, que exportan el 90% de la producción han capeado mejor el temporal de la fuerte reducción de la producción de acero.

El grupo Gerdau, que incluye Sidenor Basauri y la planta de Reinosa, elaboró unas 775.000 toneladas de acero y se situó como segundo grupo en Euskadi tras Arcelor Mittal . Su producción se sitúa por delante de Nervacero, en manos de los catalanes de Celsa, que sacaron unas 600.000 toneladas de su acería.

A la debilidad del mercado interno español se le suman los altos costes de la energía eléctrica, ya que en 2011 alcanzaron una media para el sector industrial de 11,37 euros por cada 100 kwh, por encima de la media comunitaria de 11,03 euros y lejos de los 8,49 euros de Francia. La combinación de la fuerte caída de la demanda española y los altos precios de la energía no augura un futuro alentador para la industria vasca porque, según el presidente de Eurofer, Wolfgang Eder, en Europa hay un exceso de capacidad productiva instalada, lo que puede acarrear el cierre de las instalaciones menos rentables.