El lehendakari, Iñigo Urkullu, manifestó ayer su "sorpresa" ante las manifestaciones del máximo dirigente de ELA y explicó que "llama la atención que el tono y el contenido" de las reuniones que ha mantenido en las últimas semanas con agentes políticos y sociales "no se corresponde" con lo que posteriormente alguno "dice en público", en una clara alusión a Txiki Muñoz, con quien se reunió el martes.

El lehendakari señaló que ante sus diferentes interlocutores -mandatarios de sindicatos y patronal y presidentes de entidades financieras- ha expuesto la "cruda realidad" que se va a plasmar en los presupuestos de este año, con "ajustes" que, a su juicio, se deberían haber empezado a aplicar antes de su llegada a Ajuria Enea.

Para el lehendakari este será el año "más difícil" de la etapa reciente de la historia de la CAV y por ello insistió en que no se opte por las posturas "maximalistas o de cara a la galería en un tiempo que requiere concertación". En ese sentido, Urkullu reclamó a todos los agentes sociales y económicos unidad para "salir juntos" de la crisis.