MADRID. El Gobierno español no consigue atajar el déficit de tarifa del sector eléctrico español, -la diferencia entre los ingresos generados y los teóricos costes reales del sistema- pese a los continuos cambios normativos. Así el pasado año, el citado déficit ascendió a 4.281 millones de euros, casi el triple de lo previsto por el Ejecutivo y todo ello pese a que los consumidores pagaron un 15% más por la luz en medio de una recesión sin precedentes.
Curiosamente la combinación de una menor demanda y el aumento continuo de las primas a la generación mediante energías renovables han disparado el déficit, según fuentes del sector.
La elevación de los precios de la energía eléctrica no solamente ha empobrecido a los consumidores domésticos sino que ha elevado los costes de las empresa industriales quejosas de que pierden competitividad al pagar por la energía eléctrica más que la media europea.
El déficit de tarifa del sistema eléctrico ascendió a los citados 4.281 millones de euros en los doce primeros meses de 2012, según la liquidación provisional realizada por la Comisión Nacional de la Energía.
El incremento en el déficit de tarifa se ha producido a pesar de que, hasta diciembre, los ingresos procedentes de las tarifas de acceso eléctrico costeadas por los consumidores ascendieron a 13.693 millones de euros, un 15% más. El Gobierno español de Mariano Rajoy se ha encontrado en este tema uno de los puntos más complicados de resolver en esta legislatura porque las medidas que adopta, o intenta adoptar, perjudican a unos u otros, -y prácticamente todos tienen su parte de razón-, y añaden una perniciosa inseguridad jurídica porque algunas iniciativas tienen efectos con carácter retroactivo.
La ley fijaba que en 2012 el déficit de tarifa eléctrico no podía superar los 1.500 millones de euros pero el Gobierno calcula ahora que el desajuste del año superará los 5.000 millones. Las cifras de déficit aportadas por la CNE arrojan un desajuste un 15,7% superior al previsto.