madrid. En unos tiempos en los que potenciar la figura del emprendedor y del empresario como persona generadora de riqueza y de empleo a través de su labor es fundamental, los escándalos que rodean a las figuras más destacadas de la representación institucional del empresariado español son constantes.

Es el caso del vicepresidente de la patronal CEOE, Arturo Fernánez, acusado de recurrir a dinero negro de la caja B para abonar parte del salario de sus trabajadores no ayuda en nada a dignificar la labor empresarial ni a valorar las medidas de ajuste que propone la propia CEOE. Otro escándalo en un Estado como el español, con cerca de seis millones de parados sometido a un duro proceso de ajuste económico con la aplicación de una reforma laboral contestada por los trabajadores. La imagen de la Confederación Empresarial Española ya había quedado suficientemente cuestionada por mantener al frente de la institución, a toda costa, al anterior máximo dirigente, Gerardo Díaz Ferrán, entre 2007 y 2010. El excopropietario de la quebrada Viajes Marsans fue detenido en diciembre pasado por un presunto delito de alzamiento de bienes y blanqueo de dinero, y se encuentra en la cárcel a la espera de juicio.

Pero ahora un nuevo caso de irregularidades en las empresas de una de las personas, -Arturo Fernández-, que escenifica la imagen de la clase empresarial española sería un duro golpe a la credibilidad de la citada institución y desvirtuaría los mensajes de austeridad, flexibilidad laboral, libertad de mercado y recortes salariales que envía la patronal como receta para contribuir a superar la grave crisis actual.

En concreto, el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, ha sido acusado por trabajadores y extrabajadores del Grupo Cantoblanco, una de sus sociedades, de pagar los complementos de la nómina salarial con sobres con dinero negro. El también presidente de la patronal madrileña negó esta práctica aunque, según Efe, reconoció que las nóminas de hostelería son "muy complicadas" y que puede haber habido "irregularidades a lo largo de los años". "Niego que se pague generalizadamente con una caja B pero si hay alguna irregularidad que yo no sepa, pues que la inspección de Trabajo investigue", afirmó.

Investigación que, según Comisiones Obreras, ya se ha efectuado en el pasado pues el citado sindicato denunció en 2009 irregularidades en los pagos del Grupo Cantoblanco, propiedad de Fernández, y las autoridades laborales confirmaron dichas prácticas irregulares. En concreto, la Federación de Hostelería de CCOO Madrid presentó una reclamación ante la Inspección de Trabajo asegurando que los empleados de Arturo Fernández en el Tanatorio de la M-30 de la capital estaban percibiendo las horas extraordinarias como pagos en negro, sin cotizar las cuotas correspondientes. La Inspección de Trabajo verificó los hechos denunciados y obligó a Fernández a pagar las cotizaciones correspondientes a los últimos cinco años de todas las horas que no habían sido incluidas en las nóminas.

El Grupo Cantoblanco que dirige el presidente de la patronal madrileña se encarga del servicio de restauración en la Asamblea de Madrid, de algunos hospitales madrileños, ministerios y el Congreso.

Con estos antecedentes y aún manteniendo la presunción de inocencia, la figura del empresario hostelero madrileño no queda bien parada aunque peor queda la imagen de la clase empresarial española por él representada. Porque en algunos casos, además de serlo hay que parecerlo. Y a Arturo Fernández, amigo de Esperanza Aguirre y familiar político de Díaz Ferrán, hay que recordarle como ha hecho el ministro de Economía, Luis de Guindos, que "en un momento como el actual, la ejemplaridad de todas las instituciones es fundamental". Al mismo tiempo que indicó que si se descubre que ha habido algún comportamiento contrario a la normativa "se actuará aplicando la ley".

Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña.

Fernández niega la práctica generalizada de pagar en negro pero reconoce que puede haber irregularidades

La imagen de la patronal CEOE tras el antecedente de Gerardo Díaz Ferrán puede quedar muy afectada