gasteiz. El consejero de Hacienda y Finanzas presidirá el próximo miércoles su primer Consejo Vasco de Finanzas, el foro donde diputaciones y gobierno pactarán al más alto nivel la base definitiva de los Presupuestos de Lakua. El Gobierno Vasco busca el máximo consenso de cara a esa cita y, en concreto, de cara a revisar al alza las previsiones de recaudación de la CAV y elevar el techo de gasto del Ejecutivo en cerca de 200 millones de euros. Si no hay acuerdo, los votos de Lakua y de Bizkaia darán luz verde a una iniciativa planteada por José Luis Bilbao que permitirá reforzar las políticas sociales y añadir más fondos a la inversión en regeneración del tejido productivo.
¿Se va a elevar el techo de gasto en el Consejo de Finanzas?
El Gobierno va a plantear en el Consejo Vasco de Finanzas que ha habido unos cambios normativos, a finales de 2012 en Araba y Bizkaia y esta misma semana en Gipuzkoa, que ha aprobado la normativa de Actualización de Balances. Es una normativa que tiene efectos al cierre de 2012 y que se devenga en el primer semestre de 2013. Hay un dato objetivo, razonable y fundado: ese cambio normativo avala que puede haber más recaudación. Esa reforma tiene que tener reflejo en los Presupuestos del Gobierno Vasco.
Se dice que es un 'truco contable'.
Esa reforma beneficia a todos. Que el Presupuesto del Gobierno Vasco disminuya menos de lo que ahora se prevé es beneficioso para todos, porque es bueno que en vez de un recorte de 1.200 millones, haya uno inferior. Porque ese dinero se destinará a actuaciones prioritarias.
El PNV está solo de momento.
Vamos a trabajar y creo que es posible llegar a un acuerdo para que esta previsión de nuevos ingresos se incluya en los Presupuestos de este 2013.
¿Y si no hay acuerdo?
Si no hay acuerdo el Consejo de Finanzas es un órgano colegiado y se toman las decisiones por mayoría. Esperamos que haya unanimidad, sino nuestra propuesta saldrá con una mayoría, pero hay señales que permiten que consideremos que habrá unanimidad. Primero porque hay datos objetivos que lo avalan y segundo porque a todos nos interesa que el gobierno del país tenga una disminución de ingresos y de gasto lo menor posible. De esa forma prestaremos los servicios de una manera más intensa, de una manera más adecuada.
¿Cuánto subirá el techo de gasto?
Podemos estar hablando de unos ingresos adicionales de unos 200 millones para el Gobierno Vasco y de otros cien millones para diputaciones y ayuntamientos.
Hay otra vía para mejorar los ingresos: la negociación del Cupo.
Sí, la negociación del Cupo es uno de los asuntos pendientes. Está pendiente liquidar las diferencias del quinquenio anterior 2007-2011 y es una negociación que tenemos que abordar. He pedido ya una reunión con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para tratar las diferencias en el Cupo abordar la negociación del nuevo para el siguiente quinquenio. Se arrastra el incumplimiento de la nueva regulación del Cupo, que introdujo que si se modificaba el sistema de financiación de las comunidades tenía que analizarse su repercusión sobre el Cupo del año base y por lo tanto en el de los años siguientes. Ese trabajo no lo realizó el gobierno anterior y hay que abordarlo porque puede suponer ingresos complementarios para nuestro sistema institucional.
Y con las estrecheces financieras actuales, que son todavía mayores en España, ¿cree que hay margen para que el PP ceda?
Las negociaciones del Cupo se cierran con acuerdos bilaterales, nadie puede imponer su posición. Como cualquier negociación en la vida y en la política uno nunca obtiene el cien por cien de sus peticiones. Confío en llegar a un acuerdo favorable sobre las diferencias que tenemos. Soy razonablemente optimista.
¿De cuánto dinero hablamos?
En este momento las diferencias son de unos 800 millones de euros.
El Cupo y la elevación del techo de gasto reportarán más recursos, pero también hay lastres en los Presupuestos, como el aumento de la carga financiera heredado de la política de endeudamiento del Ejecutivo socialista.
Sí, unas cargas financieras que para los ejercicios 2014 y 2015 casi se duplicarán respecto a este año con 725 millones y 830 millones en cada uno de esos ejercicios. Este año los intereses serán más o menos parecidos a 2012. Eso nos afecta, pero no nos queda más remedio que asumirlo. Afectará a las estrecheces que ya de por sí tendremos en 2014.
El lehendakari dijo hace unas semanas que el nivel de endeudamiento será este año en torno a la mitad que en el último ejercicio de Patxi López. ¿Ya hay una cifra definitiva de cara al presupuesto?
Todavía no podemos definir el límite con exactitud. Estamos trabajando en ello, pero no lo voy a anticipar porque depende también de las conversaciones que estamos manteniendo con los Departamentos de cara a sus capítulos de gasto. Rondará la mitad del endeudamiento del año pasado, pero todavía no se puede concretar.
¿Han encontrado facturas sin pagar en los cajones de Lakua?
No. Ha habido sorpresas como algunos compromisos adquiridos a la largo del último año en la coyuntura económica en la que ya estábamos. Inversiones en infraestructuras ferroviarias que tendremos que reubicar en otros ejercicios y también habrá que anular algunos contratos.
¿Hubo un parón en los pagos del Gobierno de López a finales de 2011?
Lo que sí hemos visto es que a principios del cuarto trimestre se anunciaba que se iba a cumplir con el objetivo del déficit, que era del 1,3% y al cierre del ejercicio se llegó casi al doble, al 2,5%. Eso quiere decir que hubo un momento de no cómputo del gasto y que cuando se termino el ejercicio se procedió al cómputo. Lógicamente es mejor contabilizarlo, que las cuentas reflejen la realidad, que no lo otro, lo otro es una irregularidad.
¿Le preocupa que las cajas vascas pierdan arraigo al convertirse en fundaciones?
Lo que me preocupa es la centralización normativa, que el Estado legisle sin consultar a las comunidades autónomas. Teniendo capacidad normativa en el ámbito de las cajas, la legislación financiera básica del Estado ha vaciado de contenido el nivel competencial del Parlamento y el Gobierno Vasco. Ahora en el nuevo anteproyecto de ley incluso se fuerza a la conversión en fundaciones bancarias. ¿Dónde queda nuestra competencia en materia de cajas si estas van a desaparecer? Si se convierten en fundaciones y por el hecho de ser una fundación bancaria van a depender del banco de España y el Ministerio de Economía. Eso me preocupa.