vitoria. La reestructuración del sector financiero español acumula un coste social de calado a falta aún de que se concreten los recortes de plantilla previstos por las entidades que han recibido ayudas de la Unión Europea. Sin contar la reducción de más de 10.000 empleos que prevén Bankia, Novagalicia Banco y el resto de entidades rescatadas, las cajas de ahorros han recortado 23.450 puestos de trabajo desde que comenzó el saneamiento de balances y la reordenación del sector a finales de 2008, según la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), informó Europa Press.
En poco más de cuatro años, el número de sucursales ha pasado a apenas 20.000, es decir, se ha producido una reducción del 20%. Así, el número total de empleados de las cajas de ahorros ha bajado desde los más de 130.000 trabajadores a septiembre de 2008 a los alrededor de 105.000 actuales. Y la sangría no ha terminado. La pérdida de casi 23.500 empleos hasta ahora aumentará con toda probabilidad tras los planes de reestructuración presentados para liberar las ayudas de 32.468 millones procedentes de Bruselas para Bankia, Novagalicia Banco y Catalunya Banc, y tras las inyecciones de 1.865 millones para BMN, Liberbank, Banco Ceiss y Caja 3.
Por lo pronto las imposiciones de la Comisión Europea sobre la reducción de tamaño de estas cajas conllevan alrededor de 5.000 despidos en Bankia, que ya ha presentado a los sindicatos un borrador de ERE. A estos 5.000 despidos habrá que sumar otros 3.300 que efectuarán las otras tres entidades que han recibido ayuda europea y que han sido intervenidas, Novagalicia banco, Catalunya bank y Banco de Valencia. Además, en el caso de las últimas entidades que han tenido que recurrir a la ayuda de la Comisión Europea, aquellas que no están nacionalizadas -BMN, Liberbank, Banco Ceiss y Caja 3-, los sindicatos estiman que los despidos podrían afectar hasta alrededor a 5.000 empleados para poder efectuar la reducción de tamaño del 30% que exige Bruselas. Por tanto, el total de personas que quedarán sin empleo a lo largo de 2013 a causa del rescate europeo puede rondar las 13.000.
La semana pasada el Santander anunció que absorberá sus filiales Banesto y Banif, lo que también acarreará el cierre de oficinas y un recorte de plantilla que afectará a alrededor de 4.000 trabajadores entre prejubilaciones, bajas incentivadas y recolocaciones.