bruselas. La canciller alemana, Angela Merkel, ensalzó ayer que el Gobierno de Mariano Rajoy esté "muy ocupado con la consolidación fiscal", si bien le apremió a "seguir adelante" con las reformas.
En la rueda de prensa celebrada al término del Consejo Europeo, la canciller alemana subrayó que España ha tenido que promulgar "reformas muy duras", por lo que, como consecuencia, "les cuesta progresar" hacia la senda del crecimiento.
Merkel afirmó además que Europa no puede cejar en sus esfuerzos para acometer las reformas estructurales necesarias, porque aún quedan años "muy duros y dolorosos" por delante y el efecto de las medidas se notarán solo años después de haber salido de la crisis.
"En los últimos meses, los países de la eurozona han demostrado que hay una voluntad conjunta, no solamente para preservar el euro como moneda, sino también para fortalecer sus fundamentos", dijo Merkel.
En su opinión, la comunidad internacional así lo ha reconocido y también los inversores son conscientes de ello, señaló.
Por su parte, los líderes de la UE aseguraban ayer que han disipado las dudas sobre el euro y que se puede abrir un nuevo capítulo sobre la transformación a largo plazo de la eurozona, pero analistas y eurodiputados se mostraron decepcionados por la falta de ambición y el aplazamiento de un calendario hasta junio próximo.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, afirmó que todos los que cuestionaron la supervivencia del euro se han equivocado, ya que la Unión Europea hace frente a la crisis y "tiene una visión a largo plazo para la Unión".
Más tajante se mostró el presidente de Francia, François Hollande, al asegurar que la UE ha conseguido "pasar página" a la crisis del euro y terminado con las dudas sobre el futuro de la moneda única y de sus miembros, tras el reformulado rescate a Grecia y el acuerdo sobre el marco legal del supervisor bancario único.
El primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, lamentó la "insuficiente" aceptación de las propuestas contenidas en el informe elaborado por él junto a Van Rompuy, Barroso y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.
Las conclusiones aprobadas por los Veintisiete no mencionan varios puntos clave de esa propuesta, como los eurobonos, un sistema común de garantías de depósitos o un fondo de amortización de deuda.