Fráncfort. El Banco Central Europeo (BCE) ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía de la zona euro correspondientes a este año y el siguiente, para cuando espera una recuperación "gradual" de la economía, según informó ayer el presidente de la entidad, Mario Draghi, quien reveló que en la última reunión del año del Consejo de Gobierno de la entidad se registró un "amplio debate" respecto a la posibilidad de rebajar los tipos de interés que, finalmente, se mantienen en el 0,75%. Sin embargo, la existencia de ese debate es, a juicio de los analistas, una muestra clara de que el órgano rector del euro se prepara ya para rebajar el precio del dinero de cara al ejercicio que viene.

Draghi aclaró también que la entidad que preside no se ha planteado "nada nuevo sobre imponer tipos negativos a la facilidad de depósito", lo que implicaría cobrar a los bancos de la eurozona un interés por el dinero guardado diariamente en la hucha del BCE.

Horquillas La necesidad de adoptar nuevas medidas para paliar el deterioro de la economía se apoya en las nuevas previsiones del BCE, que contemplan una contracción de entre seis y cuatro décimas de la actividad económica de la zona euro en 2012, mientras que para el próximo año la evolución del PIB oscilará entre una caída de hasta el 0,9% o un crecimiento de tres décimas.

Así, el instituto emisor aplaza el retorno a un crecimiento saludable de la región hasta 2014, para cuando la institución augura una horquilla de crecimiento de entre el 0,2% y el 2,2%. En sus anteriores pronósticos, el BCE manejaba una horquilla de crecimiento de entre el -0,4% y el 1,4% en 2013.

Como consecuencia del mayor debilitamiento de las economía de la zona euro, el BCE ha revisado también a la baja sus previsiones de inflación armonizada, que espera que cierre este año en el 2,5%, para moverse en 2013 entre el 1,1% y el 2,1%, mientras que para 2014 se situaría entre el 0,6% y el 2,2%.

Barra libre Por otro lado, el Consejo de Gobierno del BCE ha decidido prolongar "mientras sea necesario" las actuales reglas que rigen sus operaciones de liquidez, en las que las entidades ven satisfechas sus demandas de fondos a un tipos de interés fijo y sin límite de cantidad. Es lo que se conoce como "barra libre" de financiación a la banca.