Vitoria. Las cajas de ahorros no sufrirán cambios hoy. Estaba previsto que el Gobierno español presentará "a finales de noviembre" una nueva regulación para este tipo de entidades. La fecha señalada y temida por las cajas era el día de hoy. Era, de hecho, una exigencia fijada por la troika -Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea- a través del Memorando de Entendimiento, conocido por sus siglas en ingles, MoU. Es decir, estaba marcado en el plan de ruta del rescate a la banca española como una condición. Pero según ha conocido este diario, esa nueva regulación no verá la luz, al menos, este mes que hoy acaba.
Se esperaba un decreto que podría haber puesto en apuros a las cajas de la CAV: BBK, Vital y Kutxa, que operan por separado -gestiando cada una su propia Obra Social-, pero cuyo negocio bancario está volcado a Kutxabank, el banco creado fruto de su fusión. El MoU recomienda que a finales de este mes se regulen los mecanismos de gobernanza de las antiguas cajas de ahorros. En la práctica, las cajas corrían el riesgo de verse abocadas al modelo italiano en el que las cajas se transformaron en fundaciones especiales. Ese parecía que era el modelo que España iba a seguir. Pero ya no está tan claro.
Las cajas de ahorros han sido acusadas, durante toda esta crisis, como las principales responsables de los males del sector -pese a que también ha habido bancos que han naufragado-. Pero las auditorias a las que se han visto sometidas las entidades por separado han demostrado que al menos tres grupos de cajas están entre las entidades más solventes del sector: Kutxabank, La Caixa y Unicaja. Estas entidades están en el grupo cero fijado por el MoU, es decir, entre las que no necesitarán ampliaciones de capital o ayudas públicas ni en el peor de los escenarios planteados.
El Memorando fija también que las entidades de ese grupo cero quedan excluidos de la aplicación de los planes para el fortalecimiento del sistema financiero.
Por todo ello, la normativa que el Gobierno debía aprobar hoy queda en suspenso, al menos, transitoriamente. De hecho, según fuentes a las que ha tenido aceceso este periódico, aún no se ha hecho público por qué modelo apostará el Gobierno de Rajoy para las cajas, pero se da por hecho que la troika está al corriente de todos los movimientos del ministerio de Economía.
Así, el modelo de cajas actual se mantiene y éstas no corren el riesgo de privatización o el de incompatibilidad de cargos que pesaba sobre ellas.
En manos de las cajas Kutxabank seguirá perteneciendo única y exclusivamente a las cajas de ahorros de la CAV: un 57% pertenece a BBK, un 32% a Kutxa y un 11% a Vital. Al menos por ahora no se prevé que el Gobierno aplique el apartado del MoU que especifica que el Ejecutivo del PP debe "preparar normas para clarificar el papel de las cajas de ahorros en su calidad de accionistas de las entidades de crédito con vistas a una eventual reducción de su participación a niveles no mayoritarios".
Como el banco vasco, La Caixa y Unicaja están entre las siete entidades de ese grupo cero, no parece probable que, incluso en un futuro, la norma se aplique integramente, ya que por su solvencia y tamaño, algo así podría desestabilizar un sector que, precisamente, se quiere estabilizar para que recupere su función de prestador de créditos.
Hoy además, tampoco se asumirán los requisitos "de incompatibilidad para los órganos rectores de las antiguas cajas de ahorros y bancos comerciales bajo su control". Se esperaba una norma que impidiera expresamente que una misma persona ocupe cargos de responsabilidad en una caja de ahorros y en un banco que esté bajo su control, pero no llegará hoy.
No al 'pucherazo' Por otro lado, el portavoz parlamentario del PNV y presidente del GBB, Joseba Egibar, rechazó ayer que haya habido pucherazo en la Asamblea de Kutxa, como viene asegurando desde entonces EH Bildu. En ese sentido Egibar destacó que la coalición abertzale "no ha sabido concitar un solo apoyo. A Bildu le ha sobrado soberbia y le ha faltado humildad".
Tras señalar que no tienen constancia de que haya una denuncia por parte de Bildu, apuntó que "lo que provocó una reacción furibunda y colérica por el propio Joseba Permach, fue lo que ellos denominan pucherazo en lo que se refiere a entidades sociales. Pero ellos se llevan la sorpresa de que, al final, la representación de entidades sociales se abstiene, no toma partido, aunque ellos sí contaban con ese voto, que podía ser determinante".