BRUSELAS. Tras dos jornadas de intensas negociaciones y reuniones bilaterales sobre las cuentas de 2014-2020, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, determinó que no había visos de un acuerdo, por lo que tendrá que haber otra cumbre en un par de meses.
El ministro belga de Asuntos Exteriores, Didier Reynders, informó a través de su cuenta en la red social Twitter de que la próxima convocatoria se ha fijado para enero próximo.
Con un escueto "terminó", una fuente diplomática confirmó a Efe el fin de una cumbre extraordinaria en la que Van Rompuy presentó dos proyectos de presupuesto plurianual que no convencieron, ni con las mejoras incluidas para agricultura y cohesión, a ninguno de los socios de la Unión.
Se cerró así una reunión cuyo fracaso ya fue anticipado por algunos de los líderes al comenzar las negociaciones este viernes al señalar que "no es un drama" acabar sin acuerdo. "Hay suficiente nivel de convergencia potencial como para que el acuerdo sea posible en enero", afirmó Van Rompuy durante la conferencia de prensa final, en la que también pidió a los países que "sean capaces de tender puentes".
Sobre la mesa ha quedado su último borrador sobre un presupuesto cifrado en torno a 973.000 millones de euros, que suponen un recorte de 80.000 millones de euros respecto a la propuesta inicial de la Comisión Europea (CE).
Pese a que el político belga tuvo que rehacer la propuesta y redactar una nueva redistribución de los recortes para hacerlos menos penosos en agricultura y cohesión, los resultados no convencieron ni a los que se oponían a tocar esos capítulos (Francia, Italia o España) ni a los que consideraban que las reducciones eran escasas (Alemania, Reino Unido, Holanda, Suecia, Austria o Finlandia).
Los países comunitarios no lograron ponerse de acuerdo ni el montante de los recortes ni en la manera en que esas reducciones presupuestarias afectarían a los gastos de la Unión en los próximos siete años.