vitoria. Raras veces cuando se mide la temperatura de una huelga general resulta fácil discernir el resultado. Ayer, sin embargo, ese tradicional baile de cifras que en cada cita ofrecen sindicatos, patronales y gobiernos pasó prácticamente desapercibido. Entre otras cosas porque las propias centrales sindicales reconocieron implícitamente el fracaso. "La división sindical no ayuda a que las cosas salgan bien", advirtió la responsable de Comisiones Obreras en Álava, María Cruz Vicente, durante un receso de la marcha por la Avenida Gasteiz. "La división ha mermado la respuesta, pero estamos contentos", añadió a continuación Felipe García, de UGT. Para entonces, la normalidad por las calles de la capital era casi absoluta, con una respuesta casi testimonial a la llamada de los sindicatos convocantes (CCOO, UGT , ESK, CGT, CNT y USO). Solo algunas concentraciones esporádicas alteraban puntualmente la normalidad del tráfico. En sectores como el de Industria, Transporte y Construcción, sin embargo, sí se dejó sentir la huelga. Según las centrales, las principales fábricas de la provincia respondieron al llamamiento de forma significativa. Así, a media mañana los comités de empresa de Michelin o Mercedes valoraban la respuesta de sus plantillas al paro en un 60% y entre 25-30%, respectivamente. En Sidenor, siempre según las mismas fuentes, la huelga fue secundada por el 70%, mientras que en Tubos Reunidos, localizada en Amurrio, el apoyo fue del 90%.

Como era previsible, SEA ofreció una valoración de la jornada diametralmente opuesto. Lo hizo a primera hora de la mañana, felicitándose porque "Álava ha apostado por trabajar" y cifrando el paro en un exiguo 5,6%. "Ha sido secundado por los delegados de los sindicatos convocantes", explicó a través de una nota. Recordó a continuación la sinrazón de la huelga convocada ayer -la tercera del año en Euskadi- e inquirió a los sindicatos a responder "cuántos paros más necesitan para darse cuenta de que no conducen a nada y de que lo único que hacen es dañar la imagen de la economía y retrasar la salida de la crisis".

huevos contra la sede del pp Si bien la normalidad fue la tónica predominante, a primera hora se produjeron algunos actos reseñables como el lanzamiento de huevos y pintura contra la sede del PP por parte de una concentración de trabajadores, la pintada de cajeros en el centro o la quema de tres contenedores en Lakua Arriaga y el polígono industrial de Oreitiasolo.