Unai Sordo

Secretario general de CCOO-euskadi

"Es un despropósito convocar las huelgas

en clave de competencia entre sindicatos"

Unai Sordo asegura que en Europa se está jugando el "partido del siglo" entre políticas de ajuste y políticas sociales, pero matiza que los sindicatos "saltarán al campo" mañana, en la primera gran movilización a nivel europeo. Sordo lamenta que ELA y LAB no estén en el 'once' titular.

adrián legasa

vitoria. El secretario general de CCOO-Euskadi, segundo sindicato de la CAV por número de delegados, asume que el desmarque de ELA y LAB incidirá en el seguimiento de la huelga de mañana. Un desmarque, dice, propiciado por los intereses políticos de los sindicatos abertzales, que con la huelga del pasado 26 de septiembre han pretendido "desmovilizar" la posterior respuesta de CCOO y UGT.

Euskadi ha vivido seis huelgas generales en cuatro años pero no se han dado marcha atrás a los recortes. ¿Cómo justifica la séptima?

No estamos ante una batalla de un día ni de dos, estamos en un tránsito largo en el que se está pretendiendo cambiar la fisionomía social y política que hemos conocido. Esta huelga aporta un valor cualitativo innegable, y es que se hace desde un marco de movilización a nivel europeo que se concreta en huelgas y movilizaciones en varios países. Se hace en el ámbito europeo porque es ahí donde se están marcando las grandes vigas maestras de las políticas económicas que se ejecutan en los estados y que influyen en la realidad cotidiana de Euskadi.

La reciente convocatoria de ELA y LAB el 26 de septiembre, ¿resta fuerza al 14-N?

Cada uno tiene legitimidad para convocar o no cuando lo estime oportuno, pero ante las políticas de ajuste que se están produciendo la huelga general tiene que tratar de hacerse desde un punto de vista unitario. Lo que es un auténtico despropósito es trabajar la convocatoria de las huelgas generales en clave de competencia entre sindicatos. Desgraciadamente, entendemos que a esto es a lo que están jugando ELA y LAB, especialmente ELA, en los últimos años.

Quizá que CCOO se hubiera sumado a la última huelga hubiera facilitado las cosas.

Hay una diferencia sustancial. Esta es una convocatoria que se promueve desde Bruselas a través de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), incluido ELA. La del 26 de septiembre fue una convocatoria que se hizo de manera unilateral, que se anunció el día que nosotros teníamos una manifestación contra la batería de recortes de julio, a pesar de que previamente habíamos llamado a ELA y LAB para dar una respuesta conjunta a esos recortes. No solo no nos avisaron para la huelga, sino que la convocaron para contraprogramar nuestras movilizaciones.

Tras el plante de ELA y LAB, ¿cómo está el ambiente en las empresas de cara a mañana?

La gente demanda unidad, en las empresas y en la sociedad, pero esperamos una convocatoria importante. Somos conscientes de que la estrategia de ELA y LAB adelantándose a esta convocatoria para buscar un canal previo de movilización que desmovilizara el posterior, unido al hecho de que no estén, va a tener una incidencia. Para nosotros lo importante es sacar a la calle al mayor número de personas posible y concienciar de la importancia del nuevo ámbito de movilización europeo.

Califica el 14-N de "hito sindical"...

Ahora mismo se está jugando el partido del siglo sobre qué modelo económico, social y político va a haber en Europa en los próximos años. En ese partido el sindicalismo europeo no había salido al campo aún. Ahora saltamos al campo y tenemos que jugar un partido. No hay poderes de gobierno económico que puedan hacer frente a esta crisis, y va a haber una vuelta de tuerca en esa construcción política de Europa. Lo que nos jugamos es si esta construcción es política democrática o es política de instituciones que van a aplicar a rajatabla el catecismo neoliberal, como están haciendo ahora el BCE o el Gobierno alemán.

¿Puede llegar la movilización a nivel europeo a hacer repensarse al BCE o a Merkel sus tesis?

Evidentemente no, porque no son organismos democráticos. El BCE es una expresión del lobby de poder financiero europeo. Primero hay que democratizar esos espacios, esa es una batalla que hay que librar en el ámbito general para que luego pueda haber políticas democráticas en los estados.

¿De qué forma se democratizarían esas instituciones?

El BCE lo que tiene que ser es un auténtico banco central, una auténtica reserva federal con una construcción política que se tiene que producir en un parlamento europeo. El Banco Central Europeo no puede ser el que dicte la política económica a todo el conjunto de Europa.

Si el 14-N es un éxito sindical, ¿dará marcha atrás Rajoy a sus reformas?

Las huelgas hace diez o quince años daban un resultado inmediato, pero eso ha cambiado. Ahora estamos en otro proceso, de acumulación de fuerzas, que tiene que ver con la construcción económica y política que se da a nivel europeo. Por ese camino tenemos que continuar.

¿Sigue confiando en que el diálogo social en el Estado dé frutos?

Rajoy desde que ha llegado al Gobierno lo que ha hecho ha sido dinamitar cualquier espacio de diálogo social. Esta práctica también se ha dado en otros países europeos donde el diálogo se ha postergado para que los sindicatos no puedan influir en las políticas. Sabemos que la actitud que tenga el Gobierno español va a depender del resultado de esta huelga general y de otras movilizaciones en el futuro, y también de que se dé un cambio en las políticas de austeridad del conjunto de la Unión Europea. Las posturas sindicales están totalmente vigentes pero el Gobierno de momento se está negando a dialogar con nadie, y así nos va.

No se consume, no hay inversiones, el paro bate récords... y el rescate a España amenaza con más recortes. ¿De dónde más ajustará Rajoy?

Se van a profundizar algunas de las medidas que se han tomado, como la reforma de pensiones, modificando la jubilación parcial y anticipada. Además, probablemente habrá un proceso de privatización radical de lo poco que queda en el sector público, lo que va a conllevar más desempleo, la desaparición del sentido social de muchas de esas empresas públicas y dará un gran trozo de negocio a los poderes financieros.

¿Tiene margen el próximo Gobierno Vasco para escapar de la senda del recorte?

Tiene margen. No olvidemos que Euskadi tiene competencia para decidir su política fiscal, algo que unido a las posibilidades que tenemos en la negociación colectiva y en las políticas de empleo puede servir para montar perfectamente una alternativa a los recortes. Euskadi no es una isla y el Gobierno Vasco no va a tener todo el margen posible por los límites que marca Europa, pero desde luego en política fiscal y laboral hay camino por recorrer. La cuestión es si el próximo gobierno quiere actuar desde la unilateralidad o quiere abrir ciertos espacios a la negociación con los agentes sociales.

En esta legislatura, CCOO ha estado en algunas mesas de diálogo social. ¿Cómo valora el mandato de Patxi López?

En Euskadi se inició un proceso de diálogo social de un perímetro muy limitado, pero que ha sido un paso importante porque ha servido para sentar en una mesa en igualdad de condiciones al conjunto de agentes sociales. Es un esquema explorable, pero tiene que ser un esquema con contenidos, en el que se hable de buscar un gran acuerdo sobre tres pilares. Por un lado, buscar una reforma del sistema impositivo en Euskadi que genere más recursos con una fiscalidad progresiva; por otro, tomar medidas sobre la negociación colectiva para mantener los convenios colectivos de ámbito vasco en términos razonables; y tres, poner en marcha un plan de activación del empleo.

¿Ha fallado algo en la gestión de las políticas de empleo estos últimos años de crisis?

Claro. Los datos de paro están ahí. El Gobierno Vasco ha tenido una responsabilidad evidente porque también ha tomado medidas de restricción del gasto público, lo que con una economía colapsada hace subir el paro. Pero es evidente que la destrucción de empleo más que con las actuaciones públicas, que también, sobre todo tiene mucho más que ver con la economía privada y el ámbito financiero.

En el ámbito fiscal, Gipuzkoa ha tomado ya algunas medidas, ¿comparte las tesis de PSE y Bildu?

Algunas medidas que se han tomado en Gipuzkoa son dignas de explorar, pero son insuficientes. Hay que dejarse de efectismos y ponerse todas las instituciones de acuerdo para hacer una política fiscal distinta, con más voluntad recaudatoria, con más voluntad de atacar el fraude y con más progresividad. Hay que armonizar la política fiscal del país, y el Parlamento Vasco debe jugar un papel en esto. En un país de dos millones de habitantes no es lógico que la política fiscal esté fuera del debate público.

¿Aceptaría Comisiones algún punto de la reforma laboral para desatascar la negociación colectiva?

No compartimos ni el espíritu ni el contenido de la reforma, pero existen márgenes a través de acuerdos intersectoriales para que algunas de las medidas más lesivas las podamos salvar en Euskadi. En enero ya estuvimos a punto de pactar algo así con Confebask, UGT y LAB, en un preacuerdo que entre otros aspectos incluía la posibilidad de evitar que un convenio desaparezca al de un año de agotar el plazo, o medidas para evitar los descuelgues. Instamos a todos los agentes a volver a buscar ese pacto, porque si no la negociación colectiva se va a diluir en la empresa y se van a individualizar las relaciones de trabajo. El gran problema es que hay agentes en este país que comparten ese esquema.

¿Se refiere a ELA?

Me refiero a ELA y a la patronal, aunque diga lo contrario. Confebask dice que está dispuesta a negociar y nosotros decimos que si no están dispuestos les forzaremos a hacerlo a través de la movilización. Tenemos la mano abierta a buscar la movilización común con el resto de sindicatos para forzar la negociación de los convenios vascos.

Y LAB, ¿qué papel puede jugar?

Puede jugar un papel importante porque tiene un modelo de negociación colectiva bastante parecido al que podemos tener nosotros, pero ellos tienen que saber si están a setas o a rólex. Decidir si están a la defensa del convenio sectorial vasco o si prefieren actuar en clave política.

Unai Sordo espera que la huelga de mañana tenga un seguimiento "importante" en Euskadi. Foto: oskar martínez

"Nos jugamos si Europa se construye con política democrática o si se va

a aplicar a rajatabla

el catecismo neoliberal"

"Con las posibilidades de Euskadi en fiscalidad y negociación colectiva se puede montar una alternativa a los ajustes"

"El Gobierno Vasco ha tenido responsabilidad en el desempleo porque ha tomado medidas

de restricción del gasto"