Con la presión de evitar que Grecia suspenda pagos esta misma semana. Así se presenta la reunión del Eurogrupo de esta tarde. Pero los ministros de Finanzas de la zona euro previsiblemente alargarán la agonía del país heleno, porque ante la falta del informe completo de la troika, no se prevé que autoricen aún las próximas ayudas. Y eso que Grecia tiene que pagar al BCE 5.000 millones de euros en vencimientos, este viernes, dinero que no tiene aún. La situación es extrema porque el segundo programa de rescate está prácticamente en suspenso desde mayo y Grecia no acaba de recibir esos fondos, mientras sus acreedores siguen al acecho. Pero el Eurogrupo parece que no será clemente porque los ministros no cuentan con tener sobre la mesa el informe completo de la troika sobre el cumplimiento previo de las medidas de reformas y de ajuste y sobre la sostenibilidad de la deuda, la base para tomar una decisión definitiva. Además, cualquier ayuda a Grecia tendría que ser aprobada antes por algunos parlamentos nacionales, como en el caso del Bundestag alemán, lo que complica cumplir los plazos. La esperanza helena es que el BCE intervenga.