Mientras, ha rebajado en un escalón el rating de Endesa, hasta 'Baa2' con perspectiva 'negativa', lo que sitúa la calificación de la deuda de la eléctrica presidida por Borja Prado un escalón por encima de la nota soberana española.

La agencia ha explicado que la rebaja de la nota de Endesa se produce a coonsecuencia del recorte en una peldaño de la calificación de Enel, la matriz de la compañía, mientras que la confirmación del 'rating' de Iberdrola refleja la opinión de Moody's de que la compañía será capaz de sanear su perfil financiero mediante el programa de desapalancamiento recientemente anunciado en un débil contexto macroeconómico doméstico y ante significativos desafíos regulatorios en España.

Asimismo, la agencia ha tenido en cuenta la escala y diversificación geográfica de la electrica presidida por Ignacio Sánchez Galán, que obtiene más de la mitad de sus ingresos de actividades fuera de España, así como el enfoque de las ganancias de Iberdrola hacia negocios regulados.

"El compromiso de Iberdrola con el desapalancamiento y mejora de sus ratios financieras es un factor clave para la confirmación del rating", destaca la calificadora de riesgos.

Iberdrola pretende reducir su deuda en 6.000 millones de euros, hasta 26.000 millones en 2014 mediante la desinversión a corto plazo en activos no estratégicos por importe de 2.000 millones, así como titulizar los cerca de 3.000 millones del déficit de tarifa que mantiene la compañía, apunta Moody's, que subraya el compromiso de Iberdrola para desinvertir en otros activos valorados en 3.000 millones si el proceso de titulización se retrasara.

Asimismo, la agencia señala que, entre las medidas adicionales que Iberdrola asume para cumplir sus objetivos financieros, se incluyen la reducción de su plan de gastos de capital y operativos, así como del dividendo.

FUERTE DESVINCULACION DE ESPAÑA.

"Al mantener el diferencial de dos escalones con la nota del emisor soberano, Moody's reconoce el fuerte grado de desvinculación respecto a España por parte de Iberdrola como consecuencia de las significativas operaciones internacionales de la compañía", añade Moody's.

Además, la calificadora de riesgos considera que, como Iberdrola ya ha identificado, si fuera necesario la compañía podría captar financiación adicional a través de sus filiales en Reino Unido y EEUU, lo que ampliaría y diversificaría aún más su acceso a fuentes de capital fuera de España.

"Esto refuerza la recientemente mejorada posición de liquidez de Iberdrola, lo que debería permitir a la compañía operar durante un prolongado periodo sin recurrir de manera adicional a financiación externa", señala la agencia, que subraya que Iberdrola mantendrá fuentes de liquidez "suficientemente diversificadas", lo que permitirá a la empresa afrontar los potenciales periodos de difícil acceso a los mercados que pudieran aparecer y evitar una sobreconcentración de su exposición a la banca española.

REBAJA DE ENDESA.

Por su parte, la rebaja en un escalón de la nota de solvencia de la deuda senior no garantizada de la eléctrica italiana Enel, hasta 'Baa2' desde 'Baa1', ha supuesto la degradación en idéntica proporción de la calificación asignada a Endesa, filial española de la compañía transalpina.

La rebaja tiene en cuenta los retos macrooeconómicos, políticos y regulatorios que tienen por delante las 'utilities' en los mercados de Italia y España, donde Enel obtuvo entre el 60% y el 70% de su resultado bruto de explotación en los seis primeros meses del año, explica la agencia.

"Estas condiciones más difíciles están relacionadas con la mayor debilidad de las calificaciones soberanas", apunta Moody's, que, aunque espera que la compañía italiana siga tomando medidas para limitar el impacto en su perfil financiero, considera que "no es probable que sean suficientes para contrarrestar los los mayores riesgos y presiones en su entorno operativo" para mantener una nota 'Baa1'.

De este modo, la agencia de medición de riesgos espera que Enel valorará la posibilidad de asumir medidas adicionales a las ya anunciadas en marzo para mejorar el perfil financiero de la compañía, mientras que advierte de que los ingresos internacionales de Enel "probablemente no serán suficientes" para aislar significativamente a la compañía de los riesgos procedentes de sus mercados estratégicos de España e Italia.