Tokio. El ministro español de Economía, Luis de Guindos, no descartó ayer la posibilidad de revisar en un futuro el planteamiento presupuestario de España e insistió en que lo necesario es "fijarse en las medidas y no en los resultados nominales". "A principios de noviembre veremos lo que son las nuevas proyecciones de la Comisión Europea, tanto de crecimiento como de déficit público, y a partir de ahí se verá", afirmó el ministro, que ayer tenía previsto mantener varios encuentros bilaterales en Tokio, entre ellos uno con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.

En declaraciones a la prensa, al margen de la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Tokio, el titular de Finanzas aseguró ayer que no ha recibido "las más mínima presión" ni de un lado ni de otro en relación a la posibilidad de que España solicite la asistencia del programa de compra de bonos del Banco Central Europeo. Insistió en que el Gobierno "elegirá el momento que considere más adecuado para tomar una dirección u otra", sin aceptar "ninguna presión".

Los criterios que utilizará para tomar la decisión de recurrir a este programa de ayuda "no serán políticos en absoluto", recalcó el ministro, que recordó que el instrumento del BCE no tiene fecha de caducidad y su utilización "se puede poner en marcha en cualquier momento".

Por otra parte, De Guindos consideró que las previsiones negativas para España publicadas esta semana por el FMI "en absoluto invalidan" el esfuerzo de consolidación fiscal que hay en España y recordó que las reformas adoptadas fueron recibidas con satisfacción por el Eurogrupo. "La proyecciones del FMI no están escritas en bronce, y ahí está todo el plan de actuación del Gobierno en medidas de política económica de reducción del déficit público, del fomento del crecimiento económico", añadió.

También se refirió a la reciente rebaja de la calificación de la deuda española por parte de Standard & Poor's y, tras mostrar su desacuerdo con esa evaluación, insistió en que "el Gobierno no se va a mover en función de lo que digan las agencias de rating".

De Guindos hizo estas declaraciones en un encuentro con periodistas que resultó brevemente interrumpido por un leve temblor sísmico, algo habitual en la capital nipona, tras participar a primera hora de ayer en la reunión de la junta de gobernadores del FMI y el Banco Mundial.

En referencia al sector bancario español, el ministro recordó que se ha hecho un "análisis sin precedentes" que incluye la totalidad de la cartera, y no solamente la inmobiliaria, y consideró que la interacción entre riesgo soberano y riesgo bancario en España "a lo mejor no es tan fuerte como mucha gente consideraba".

cooperación El FMI y el BM llamaron ayer a la colaboración de sus miembros como la "única manera" de sortear la crisis, en una reunión anual en la que el ritmo de aplicación de los programas de ajuste en Europa avivó los debates. "El espíritu de cooperación es la única manera de avanzar", subrayó la directora gerente del FMI en el discurso que abrió la reunión plenaria de la Junta de Gobernadores que ayer celebraron ambos organismos en la capital nipona.

Mediante dicha cooperación, Lagarde consideró que deben superarse tres desafíos: dejar atrás la crisis para recuperar el crecimiento y acabar con el "azote" del desempleo, reducir las desigualdades y, por último, completar la reforma del sistema financiero, pese a los altos costes que critican algunos sectores de la industria. En este último aspecto destacó los progresos en lo referente a mejorar las reservas de capital y liquidez, aunque admitió que se está "perdiendo impulso" para ejecutar lo pactado.