WASHINGTON/TOKYO. Los datos publicados hoy sobre la economía española para el 2012 representan una mejora de dos décimas frente a las proyecciones de julio (del -1,7% anterior pasa al -1,5% actual, la misma tasa que calcula el Gobierno español). El Fondo empeoró, sin embargo, en una décima el dato del 2013: del -1,2 % de julio al -1,3 % que prevé ahora.
Esta cifra contrasta con la previsión del Gobierno español, que pronosticó una contracción del 0,5 % para el próximo año durante la reciente presentación de sus presupuestos generales para el 2013.
En el plano presupuestario, el Fondo prevé que España cierre 2012 con un desequilibrio del 7 % del PIB, siete décimas más que lo calculado en julio, y en el 2013 con uno del 5,7 %, un punto porcentual más que lo calculado tres meses atrás.
Ambas cifras están por encima de los objetivos de déficit pactados por el Gobierno español con Bruselas, del 6,3 % y el 4,5 % del PIB en 2012 y 2013, respectivamente.
Pese al desvío, el organismo internacional destaca los "esfuerzos de consolidación" realizados por España que tienen como objetivo un ajuste de cerca del 4 % del PIB durante 2012 y 2013.
El organismo internacional, que celebra esta semana su reunión anual conjunta con el Banco Mundial (BM) en Tokio (Japón), alerta de que la recesión en la periferia de la eurozona "está extendiéndose a otras economías en la región" y destaca que "ni siquiera Alemania es inmune".
De hecho el Fondo recortó en medio punto, del 1,4 % previsto en julio al 0,9 % actual, la expansión de la economía alemana, y mantuvo idénticas las proyecciones de 2012, en el 0,9 %.
El Fondo contempla un repunte de la actividad económica en Europa para comienzos de 2013, impulsada por "el incremento de la demanda externa por parte de los mercados emergentes, la suavización de las tensiones financieras, el apoyo político y la mejora de la confianza".
En este sentido, pronostica que la eurozona volverá a crecer en 2013, con un repunte del 0,2 % tras la contracción del 0,4 % prevista para este año. Los nuevos datos representan una rebaja de las perspectivas de crecimiento de una décima para 2012 y de 0,5 para 2013.
El Fondo espera también que se modere el ritmo de consolidación fiscal en la zona euro, aunque España será una "excepción" a esa tendencia ya que debe "acelerar" su ritmo de consolidación fiscal para alcanzar los objetivos de déficit de 2012 y 2013 acordados con Bruselas, del 6,3 % y el 4,5 % del PIB, respectivamente.
El FMI advierte también en su informe sobre la elevada tasa de desempleo para España, que sitúa en el 24,9% para este año y 25,1% para el siguiente.
"En Europa, más de una de cada diez personas estará desempleada a lo largo de 2013. En Grecia y España, la proporción es de uno de cada cuatro trabajadores. Casi la mitad de los jóvenes están sin trabajo en la periferia de la zona euro", afirma el informe.
En lo que se refiere a la inflación en España, el Fondo pronostica un 2,4 % tanto para este año como para el próximo.
A la recesión de España también ha contribuido, según el informe de la institución dirigida por Christine Lagarde, el "legado de elementos previos a la crisis, especialmente el alto endeudamiento de los hogares tras la burbuja inmobiliaria, que han constreñido el consumo privado".
El FMI sitúa a Italia a la cola de la actividad económica en la eurozona para 2012, con un crecimiento negativo de 2,3 % y de 0,7 % para 2013, cuatro décimas peor que las previsiones de julio para ambos años.
También reduce las previsiones de crecimiento de Francia, que deja en un 0,1 % este año y 0,4 % para 2013, dos décimas y cinco décimas menos que lo esperado en julio pasado.
"El gran riesgo para Europa", agrega el Fondo, "es la retrasada o insuficiente acción política (respecto al proceso de unión bancaria y fiscal). Hasta que la crisis se resuelva, la situación sigue siendo precaria", explica.
El Fondo alaba las últimas medidas expansivas en política monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE) y su programa de compra de bonos soberanos, pero subraya que la eurozona debe avanzar en su proceso de integración fiscal y bancaria.
A menos que se tomen más medidas (en este proceso de integración europeo), las recientes mejoras en los mercados financieros pueden resultar efímeras", advierte el FMI. E