BILBAO. Los sindicatos convocantes encontraron ayer en las manifestaciones el eco que no tuvieron en la mayoría de las empresas. También un canal directo para transmitir a los ciudadanos su mensaje, que, en esta ocasión y a las puertas de la elecciones a lehendakari, se centró en solicitar a los políticos que se sumen a su estrategia de oposición los recortes del PP.
ELA y LAB defendieron en la manifestación principal, la de Bilbao, que ya no queda otro camino que el de la "desobediencia" para frenar las políticas neoliberales que "están vampirizando y hundiendo" la economía real. Solo queda "plantarse" y por ello exigieron a los partidos que crucen a la acera de la calle desde la que mantienen un pulso con el Gobierno de Mariano Rajoy. Una pugna en la que cada vez tiene menos margen y consideran que es necesaria implicación política.
El llamamiento tenía un destinatario muy concreto, el próximo lehendakari, al que pidieron que lidere ese frente de desobediencia. Por ello reclamaron que se posicionen a los candidatos en los próximos comicios. Lo hizo ya implícitamente la aspirante de Bildu, Laura Mintegi, que participo al igual que el diputado general guipuzcoano, Martin Garitano, en las manifestaciones. También encontraron cierta complicidad en el PNV, que dijo compartir "el enfado" de los ciudadano ante "los ataques al Estado del Bienestar", si bien rechazó que una huelga sea "la respuesta más adecuada".
En ese camino, las centrales abertzales encontraron también el apoyo de decenas de miles de vascos que tomaron las calles en las numerosas manifestaciones desarrolladas en prácticamente todos los municipios y que tuvieron su máxima expresión en las cuatro capitales. Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide participaron en la de Bilbao y marcaron en su discurso la que parece ser la nueva estrategia, forzar "una reflexión" en la clase política vascas.
El líder de ELA destacó que si no se desobedece, el lehendakari que surja de las elecciones del próximo 21 de octubre "será elegido para aplicar los recortes que Rajoy decida. No queremos eso", aseguró.
El plante que exigen es la única opción de dar "credibilidad a una alternativa política y social a la crisis económica" y añadió que los parlamentos vasco y navarro deben liderar esa dinámica "peleando por los derechos laborales y sociales".
Es la respuesta al "colapso" de la economía, a las políticas que generan "más paro, más pobreza y más marginación social". En ese oscuro panorama, Muñoz rechazó que la centrales abertzales se hayan convertido en "portavoces del miedo y la resignación". Al contrario, identificó su batalla con "la ilusión y la dignidad individual y colectiva".
El dirigente sindical instó asimismo a no dar legitimación social a la patronal, de la que afirmó que no defiende "la economía real" ni los empleos de los trabajadores, sino que busca que "se reduzcan los gastos corrientes, el gasto social, para pagar menos impuestos" y pretende "atacar los salarios".
Por su parte, la secretaria general de LAB denunció que se está imponiendo "una dictadura reforma tras reforma", en la que "el poder económico dicta" y "los gobiernos someten a la sociedad".
Etxaide no pasó por alto la presentación hoy jueves del anteproyecto de Presupuestos del Estado, con los que los populares traerán "nuevos recortes" y "ataques a las pensiones, prestaciones y servicios públicos".
Tras preguntarse si hay "alguien tan imbécil" al frente de los ejecutivos europeos para pensar que las políticas actuales van a frena la especulación que trae en jaque al euro, dijo que "estos no van a parar", sino que "hay que pararlos", por lo que "hay que plantarse ya".
Convecida de que "no hay excusas porque existe un pueblo en Euskal Herria dispuesto a dar respaldo a ese plante", reclamó para Euskadi "un gobierno que se ponga al frente del plante exigido".