Vitoria. Euskadi mira con una cierta preocupación el anuncio del presidente francés, Françoise Hollande, de poner en marcha un ajuste presupuestario por importe de 30.000 millones de euros y, sobre todo, por reconocer que las previsiones de evolución de la economía gala en 2013 son peores de lo estimado con un crecimiento de sólo un 0,8% del PIB. Un porcente casi anecdótico. La razón de la inquietud vasca se centra en que "Francia es el primer cliente comercial de Euskadi y el primer destino de nuestras exportaciones", según resalta José Luis Gil Uriaguereca, técnico del área de internacionalización de la Cámara de Comercio de Bilbao.
La reducción de las previsiones de crecimiento económico para el próximo año en Francia y el miedo a que el ajuste previsto agudice el estancamiento de la economía gala, "no es una buena noticia, a priori, porque el mercado francés es importantísimo para las empresas vascas y en los últimos tres años ha crecido de manera sustancial el volumen de las exportaciones de la CAV a Francia", resalta José Luis Gil.
Para hacerse una idea de la importancia del mercado galo hay que tener en cuenta, recuerda el técnico de comercio exterior de la Cámara de Comercio vasca, que "concentra el 26,7% de las exportaciones de la Comunidad Vasca hacia la Unión Europea, junto con Alemania representan más de la mitad de las ventas exteriores de la empresas vascas a la UE. Además, a nivel global, Francia es el destino del 17% de las ventas vascas en todo el mundo", afirma.
En su opinión desde la crisis de 2009 las empresas vascas han redoblado sus esfuerzos "en Francia que es el mercado más cercano y más conocido y con el que existen excelentes relaciones".
De hecho las exportaciones de la CAV al país de François Hollande habían contabilizado incrementos sustanciales en el último trienio. "En 2009 se exportó a Francia mercancías por importe de unos 2.500 millones de euros, en 2010, la partida aumentó a unos 3.000 millones y el pasado año de 2011 las exportaciones vascas ascendieron a 4.124 millones de euros", indica José Luis Gil.
Primer socio comercial Para el técnico de la Cámara de Comercio estas cifras confirman a Francia como primer cliente y socio comercial vasco en todo el mundo.
La entrada de la Unión Europea en recesión económica en el segundo trimestre de este año se está notando, lógicamente, en la evolución del comercio exterior vasco. "En el caso francés, en el presente 2012, las exportaciones se han estancado y, con datos del primer semestre, las ventas vascas al país galo han bajado un 1%", señala Gil.
En relación a cuáles son los principales productos que vende Euskadi en el país del hexágono, José Luis Gil recuerda que "existe una gran variedad de partidas porque es un comercio muy diversificado pero los componentes de automoción, las piezas metalúrgicas, los productos de caucho y derivados, caso de los neumáticos, y los combustibles son los productos más exportados".
Con todo, José Luis Gil, considera que el ajuste francés no tiene porque ser necesariamente negativo para las empresas vascas. "Puede ser una oportunidad porque las grandes compañías galas querrán mejorar sus resultados y en épocas malas gana mercado el suministrador más competitivo y, en muchos aspectos, Euskadi lo es". En la parte negativa de la balanza, más allá del mero hecho derivado del estancamiento de la economía, está, según el técnico del área de internacionalización de la Cámara de Comercio de Bilbao, la posibilidad de que Francia aliente "tendencias proteccionistas que podrían afectar a las exportaciones vascas y que, además, no serían nuevas".
Exportaciones vascas En todo caso, con los datos de las exportaciones de la CAV en 2011, la realidad es que Francia, con 4.124 millones de euros fue el primer país receptor de productos vascos; seguido de Alemania, con 3.035 millones de euros; Estados Unidos, con 1.311; Italia, con 1.189 millones y Reino Unido, con 1.178 millones de euros. En total las exportaciones vascas sumaron 21.076 millones de euros, según el Eustat, el Instituto Vasco de Estadística.
Por su parte, una de las razones esgrimidas por el presidente francés François Hollande para adoptar medidas de ajuste, incluida una reforma del mercado de trabajo, es la pérdida de competitividad de la industria francesa, en especial frente a su vecino del norte, Alemania.
La citada pérdida de competitividad de las empresas francesas se refleja en un déficit comercial creciente, -Francia exporta menos que lo que importa-, que ha pasado de 54.000 millones de euros en 2010 a 70.000 millones de euros en 2011. De esta última cifra nada menos que 16.500 millones corresponde al déficit en el saldo comercial con la República Federal de Alemania.
Con una industria en decadencia que ha pasado de aportar el 27% del valor añadido en 1950 al 14%, la mitad, el pasado año, y sin alternativas en el mundo de los servicios, Francia ve como su nivel de desempleo crece y ya hay más de 3 millones de parados lo que ha elevado la tasa de paro al 10%.