VITORIA. El macroajuste anunciado ayer por Françoise Hollande se dividirá en tres partes iguales. Una la sufragarán con subidas de impuestos "los ciudadanos que más tienen", otra saldrá de un ahorro del gasto "que afectará a todos los ministerios menos a los de Educación, Interior y Justicia". Y los restantes 10.000 u 11.000 millones los aportarán "las empresas, especialmente las grandes, que no reinviertan sus beneficios".

El presidente francés justificó su intención de subir los tributos a las rentas más altas, ya que "los que más tienen tendrán que pagar más". En cualquier caso, garantizó que los nuevos impuestos "no subirían de forma lineal e indiscriminada" y que los dos primeros tramos del IRPF (hasta 26.420 euros anuales) estarán exentos de las subidas. Los socialistas, confirmó, aprobarán la célebre tasa del 75% para las rentas superiores al millón de euros, "sin excepciones y de forma temporal", probablemente dos años. "Tenemos por delante una gran batalla contra el paro y otra contra la deuda. Igual que en Europa, necesitamos disciplina y crecimiento", dijo también Hollande durante la entrevista.

SIN EXCEPCIONES No evitó tocar la polémica medida de impuestos a las grandes fortunas. "La medida del 75% (de imposición máxima sobre las rentas superiores a esa cantidad) no está puesta en entredicho, los que han querido ir por ahí lo hacen por cuenta propia", dijo el presidente francés después de que en los últimos días circularan informaciones de prensa en las que se mencionaba una marcha atrás del Gobierno socialista en esta medida. Aseguró además que no habrá excepciones a la aplicación de esa medida y que afectará en torno a 2.000-3.000 personas.