VITORIA. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró ayer que el Ejecutivo analizará con "rigor y prudencia" el programa de compra de deuda del Banco Central Europeo (BCE) para tomar una decisión sobre el rescate "en función de los intereses de los españoles". Así lo señaló Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde explicó que las cosas "tan importantes para el interés general y el futuro de los españoles deben analizarse con calma y prudencia". De hecho, pidió esa misma "prudencia" a todo el mundo, especialmente a las organizaciones empresariales como la CEOE, cuyo vicepresidente, Arturo Fernández, pedía ayer al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que tome una decisión sobre la petición de un rescate total a la UE "lo más pronto posible".
Esta estrategia, que es la respuesta oficial del Ejecutivo tanto a quienes urgen desde Bruselas a que España pida el denominado rescate blando como a quienes desde el propio país (caso de Fernández) reclaman una pronta decisión, esconde un doble objetivo: por una parte ganar tiempo para, a nivel político, superar la cita electoral del 21 de octubre en Galicia y la CAV sin el lastre de un rescate y, por otra parte, tentar a los mercados a ver si el efecto disuasorio que el anuncio del BCE ha tenido, se mantiene en el tiempo.
Y es que el día después de que el regulador del euro anunciara que respaldará con la compra de deuda soberana a los países con dificultades de liquidez en el caso de que éstos pidan un rescate, el efecto en los mercados fue abrumador. La prima de riesgo española cerraba en 410 puntos, cota desconocida desde el 4 de mayo, y firmaba una semana gloriosa en la que ha bajado 141 puntos básicos, es decir, el 25 %. El pasado viernes el diferencial con los bonos alemanes a 10 años estaba en 552,3 puntos básicos con la rentabilidad en los mercados secundarios en el 6,857%; ayer la cota bajó a los 410 puntos y el interés por los bonos de referencia (los de 10 años) caía hasta el 5,63%. Si a esto se suma el hecho de que la bolsa cerraba también con un alza del 0,26% sumando una semana con el 6,2% de ganancias, el panorama es esperanzador para el Ejecutivo. Eso sí, ha de mantenerse ya que según fuentes del Gobierno, la prima de riesgo debería caer otros 60 puntos (quedar en 350) para eliminar la amenaza de los especuladores.
El problema es que la tendencia se puede invertir y más teniendo en cuenta que los buenos resultados se deben más a la subida de la rentabilidad de los bonos alemanes que a la caída del precio de los bonos españoles. Además y para mitigar el triunfalismo, cabe destacar que la prima española está al mismo nivel actualmente que la de Irlanda (país rescatado), que la situó al cierre de hoy en 410,2 puntos básicos.