BERLÍN. "Debemos encontrar una solución", dijo Merkel esta semana ante sus mas estrechos colaboradores, según revela el semanario en su próxima edición, en la que señala que la canciller y sus asesores temen que una eventual salida de Grecia del euro lleve a una cadena de desastres como la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers en 2008, detonante de la crisis financiera internacional.
La revista añade que Merkel es consciente de que con la salida de Grecia del euro Alemania perdería de manera automática 62.000 millones de euros de ayudas, además del coste político que tendría ese paso.
En ese sentido destaca que el Gobierno alemán no descarta si eso sucede un escenario en el que se vería obligado a contribuir a la estabilización de Italia y España aceptando una colectivización de la deuda en la zona del euro.
Igualmente asegura que Merkel decidió ya sostener a Grecia a toda costa ya antes de que viajara a Atenas la troika formada por la Comisión de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central europeo (BCE).
Der Spiegel señala además, citando fuentes de Bruselas, que el informe de la troika se retrasará aún más y que no se tomará una decisión sobre el futuro de Grecia hasta principios de noviembre en vez de en octubre.
Asimismo revela que Merkel quiere impedir también un eventual tercer paquete de ayuda para Grecia ante la certeza de que no conseguiría la necesaria mayoría en el Bundestag, el Parlamento germano.
En vez de ello, dice Der Spiegel, es partidaria de reordenar el actual programa de ayudas para Atenas aumentando los plazos más inmediatos y reduciendo los posteriores.