Bruselas. Nosotros hemos diseñado la ruta. Ahora está en manos del gobierno de España y de los gobiernos de la Eurozona". El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, fue ayer tajante. Si Mariano Rajoy quiere que la entidad bancaria europea adquiera deuda pública española dentro del nuevo programa de compra de bonos que pondrá en marcha la entidad tendrá que solicitar antes ayuda al fondo de rescate europeo. No tiene alternativa. Es una condición sine qua non que en cualquiera de sus fórmulas -ya sea rescate integral o una línea de crédito preventiva con la que comprar bonos en el mercado primario- conllevará "estrictas condiciones", incluida la firma de un memorándum y un programa macroeconómico que, según apuntó ayer el banquero italiano, debería estar bajo vigilancia del Fondo Monetario Internacional.
Así que, finalmente, sí, el BCE pondrá en marcha el tan ansiado plan para rebajar los elevados costes de financiación que hacen insostenible el futuro de economías como la española. "Los mercados de la Eurozona están distorsionados y ese es el objetivo del programa: reparar la transmisión de la política monetaria", argumentó Draghi.
Pero la pelota y la responsabilidad de actuar están ahora en el terreno de Rajoy. Y es que según insistió en varias ocasiones la operación de compra estará directamente vinculada a que el país pida ayuda al fondo de rescate europeo a través de un programa integral de ajuste económico, al estilo del de Portugal, o un programa preventivo con una línea de crédito que permita compras en el mercado primario.
¿Se trata de un rescate blando?, le preguntaron. "No, no, para nada. Solo hay que mirar las condiciones establecidas en la línea preventiva y conlleva condiciones macroeconómicas plenas", advirtió.
vencimientos de deuda Si llegará a tiempo para octubre, mes en el que España tendrá que hacer frente a vencimientos de bonos y letras del tesoro por más de 25.000 millones de euros, es una incógnita. De momento, lo que sí avanzó ayer Draghi es que el programa, pactado con la única voz discrepante del presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann, contempla adquisiciones de títulos en el mercado secundario de forma ilimitada y con vencimientos de entre uno y tres años. Aunque no entró en demasiados detalles, el banquero italiano sí garantizó que el volumen será el adecuado para cumplir con los objetivos. También explicó que el BCE no tendrá prioridad de cobro frente a los inversores privados, que la liquidez inyectada en la compra de bonos se retirará del sistema para evitar un aumento de la inflación y que el volumen global de operaciones se publicará semanalmente con un desglose por países. Además, también los países que ya han sido rescatados podrán acceder al mecanismo, siempre que recuperen su acceso a los mercados, mientras que el apoyo será retirado si se incumplen las condiciones.
La entidad confía ahora en que la nueva estrategia pondrá coto a los "temores infundados" de los mercados y garantizará la irreversibilidad del euro. De momento, la respuesta que dieron ayer fue eufórica. La prima de riesgo, que rondaba los 515 puntos antes de su rueda de prensa, retrocedió hasta niveles del mes de mayo, entorno a los 450 puntos, y el Ibex 35 se disparó un 4,91%.
Pero el máximo responsable de la política monetaria de la Eurozona tiene claro que la crisis no se solventará solo con la acción del BCE. "No hay que olvidar por qué hay países que se han encontrado en desequilibrios y es debido a errores políticos por eso necesitamos ambas patas para resolver la situación. Si el Banco Central actúa solo, sin que los gobiernos tomen medidas, sin condiciones, no funcionará", recordó ayer.
Y es que el banquero hizo gran hincapié durante la hora que duró su comparecencia en las condiciones que acarreará la activación del programa de compra de bonos. Esa es, según insistió, la gran diferencia respecto a los dos programas de compra puestos en marcha en 2010 y 2011 y bloqueadas desde hace meses. "La adhesión de los gobiernos a sus compromisos y la intervención de los mecanismos de rescate son condiciones necesarias", recordó.
Frente a la satisfacción de Draghi, la crítica del Bundesbank alemán. A través de un comunicado, la entidad que preside el ortodoxo Jens Weidmann subrayó su total disconformidad con la medida porque considera que podría ser "adictiva" y que el programa equivale a que se financie a los gobiernos con la impresión de billetes.
"La política monetaria corre el riesgo de estar subyugando a la política fiscal. No debe permitirse que la intervención con comprar pongan en peligro la capacidad de la política monetaria de mantener la estabilidad de precios en la zona euro", advirtió. El comisario de asuntos económicos, Olli Rehn, valoró positivamente la medida pero recordó a los gobiernos que deben actuar con determinación.
l Condiciones: La compra estará vinculada a la petición de ayuda al fondo de rescate europeo a través de un programa integral de ajuste económico o un programa preventivo con una línea de crédito que permita compras en el mercado primario. Es decir, antes de pedir al BCE que compre bonos habrá que solicitar ayuda al Eurogrupo y cumplir un estricto programa macroeconómico.
l Alcance del plan: Las compras se centrarán en títulos a corto plazo con vencimientos de entre uno y tres años. No se fijarán límites cuantitativos a priori.
l Tratamiento: El BCE renuncia a su estatus de acreedor preferente de forma que recibirá el mismo trato que los inversores privados en caso de que hubiera un impago.
l Esterilización. La misma cuantía que el BCE inyecte en la compras de bonos la retirará del sistema para evitar un aumento del dinero en circulación y evitar las tensiones inflacionistas que tanto temor generan en Alemania y en su Bundesbank.
l Transparencia: El programa publicará semanalmente el volumen de operaciones. Además, una vez al mes realizará también un desglose para conocer la distribución por países de la deuda comprada.
l Programa del mercado de valores: Tras el nuevo plan anunciado por Draghi se cancela el programa del mercado de valores. La liquidez inyectada a través de este seguirá siendo absorbida y los títulos en cartera se mantendrán hasta su vencimiento.