Vitoria. El goteo sistemático de despidos no amaina en Celsa Atlántic (antigua Laminaciones Arregui) y lo que es peor, continuará en los próximos días con una nueva remesa que podría oscilar entre los 15 y los 20 trabajadores. Según ha podido saber este periódico las destituciones tendrán lugar antes del próximo día 18, martes, justo el día en que se conocerá el fallo del tribunal que dictará en Bilbao si la demanda colectiva de la plantilla contra el ERE de extinción presentado por Celsa es estimada o no. En función del resultado, señala una fuente sindical cercana al proceso, se podrá tener una visión más clara sobre el futuro de la compañía. Porque si el resultado emitido por el juez considera nulo el expediente presentado a finales de mayo, la obligatoriedad de readmitir a todos los despedidos hasta la fecha -un total de 165- daría lugar a un "caos organizativo y empresarial que llevaría a la empresa a provocar el cierre definitivo de la empresa". Si por el contrario el auto es más flexible, reparte responsabilidades y considera "exageradas" las condiciones del ERE, sería más plausible que la actividad en Arregui continuara aunque con un número menor de trabajadores.
¿Cuántos? La misma fuente indica que si bien en estos momentos la puesta en marcha de las máquinas en las plantas de Vitoria y Urbina está siendo más o menos un hecho con la plantilla que ha decidido romper la huelga y regresar a sus puestos de trabajo -las cifras bailan entre los 100 y 130 trabajadores-, la exigencia de una producción "constante y rentable" exigiría como mínimo unos 200 trabajadores, sugiere.
asamblea informativa A la espera de acontecimientos, el número de operarios que han regresado a sus puestos de trabajo -bien por haber concluido sus vacaciones o por decisión propia, quién sabe si desgastados por una situación tan larga- continúa aumentando, aunque las versiones, lógicamente, difieren en cuanto al número.
Mañana miércoles tendrá lugar una asamblea informativa para toda la plantilla en la que el nuevo comité de empresa expondrá la situación actual tras la dimisión hace unos días del antiguo presidente, Asier Giraldo, y el despido de cuatro delegados a cargo de la dirección. El encuentro será meramente informativo y no tendrá carácter vinculante. Insistirán sus promotores, que la semana pasada solicitaron el amparo legal de la Diputación en la reunión mantenida con su diputado de Hacienda, José Zurita, en las "amenazas y coacciones" que a su juicio la empresa está trasladando a los trabajadores para su inmediata reincorporación "si no quieren ser los siguientes despedidos", denunció Nando Anguiano, de ELA. Cierto o no, la realidad es tozuda y los últimos 23 despidos coincidieron con trabajadores que estaban en huelga.