madrid. La subida del IVA, en vigor desde ayer, elevará la inflación y provocará una depresión aún mayor del consumo, si bien el Estado conseguirá en buena medida recaudar lo que había previsto con el incremento de este impuesto, según expertos consultados por Efe.

En un contexto de recesión económica, muchos comercios y cadenas de distribución han optado por no trasladar a los precios la subida del IVA en un intento por amortiguar el declive del consumo, que cayó el 1% entre abril y junio, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE).

No obstante, la mayoría de analistas coincide en que este incremento impositivo se irá repercutiendo de forma progresiva en los precios, aunque creen que dependerá del tipo de producto y de si se trata de grandes cadenas o de pequeñas y medianas empresas.

Asimismo, descartan problemas internos en las empresas a la hora de aplicar la subida, aunque algunos apuntan que las pymes necesitarán un mayor período de adaptación para ganar en eficiencia.

Según los expertos, de la estrategia de las empresas dependerá también que suba en mayor o menor medida la inflación, que podría cerrar el año en torno al 3% o al 3,5%.

De acuerdo con el plan presupuestario de 2013 y 2014, remitido por el Ejecutivo a Bruselas a principios de agosto, los ingresos procedentes de la subida del IVA alcanzarán 2.300 millones en los últimos cuatro meses de 2012, 10.134 millones en 2013 y 9.670 millones en 2014.

La mayoría de analistas consultados está de acuerdo en que se ingresará lo calculado, o algo menos, puesto que consideran que las estimaciones gubernamentales se han ajustado a una situación económica recesiva y a unas previsiones de consumo a la baja.

El director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), Ángel Laborda, cree que el Ejecutivo es consciente de los "efectos colaterales" de una subida del IVA, y señala que, aunque se retraiga el consumo, la recaudación aumentará en términos netos. Laborda espera que el alza impositiva no se note apenas en grandes sectores del consumo, como el textil o la alimentación, mientras que se trasladará íntegramente a carburantes, electricidad, gas y agua. "Muchas cadenas han dicho que no lo van a repercutir", recuerda, tras indicar que "los consumidores tendrán en cuenta la evolución de los precios de los establecimientos". El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, estima que la recaudación aumentará, "aunque algo menos de lo esperado", ya que es inevitable que el alza del IVA reduzca el consumo, y por ende, la inversión y el empleo. "El consumo seguirá deprimido en el tercer trimestre y se hundirá en el cuarto, porque el impacto de la subida será muy recesivo", alerta Díez, al tiempo que apunta un cambio en los hábitos de compra de los hogares, que cada vez cuentan con menos recursos.

De la misma opinión es el catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Santiago de Compostela, Luis Caramés, que cree que las familias "reasignarán recursos" y piensa que habría sido mejor para el consumo subir el IVA al principio de la legislatura en lugar del IRPF.

El economista Pablo Almagro del Instituto de Estudios Económicos (IEE) señala como efecto positivo del alza del IVA un posible incremento del ahorro, que favorecerá el "desendeudamiento" de las familias. Coincide el economista Blas Calzada, expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en que ve muy posible una caída del consumo, pero también cree que es necesario mejorar el ahorro porque las familias están sobreendeudadas y considera "una locura" intentar que crezca el consumo antes que la producción. "Primero hay que mejorar la producción y, cuando exportemos mucho y el producto interior bruto (PIB) crezca, ya hablaremos del consumo", añade.