VITORIA. El Gobierno español creará esta semana el denominado banco malo para acotar el riesgo contraído con el sector del ladrillo en las entidades financieras y avanzar en las condiciones impuestas por la Unión Europea al Estado español para recibir el rescate bancario por un importe de hasta 100.000 millones de euros con el fin de sanear el conjunto del sistema financiero español.
Está previsto que el Consejo de Ministros del próximo viernes 24 de agosto dé luz verde a la creación de la sociedad de gestión de activos, que inyectará dinero público en las entidades a cambio de que le transfieran los inmuebles adjudicados y los créditos a promotores, entre otros.
La creación de esta sociedad de respaldo público para agrupar los activos dañados de la banca es una condición recogida en el memorando del rescate bancario acordado con Bruselas con el fin último de reactivar la concesión del crédito en España. Está previsto que dichos activos inmobiliarios, que podrían extenderse a las participaciones de la banca en empresas promotoras, se contabilicen a valor razonable y no de mercado, y que el banco malo les dé salida de forma escalonada en un plazo dilatado de diez años.
Aún se desconoce la forma de articular el citado banco malo con el detalle de los activos que aglutinará más allá de los citados en el memorando y sobre quién recaerá la gestión del mismo, así como qué criterios se utilizarán para establecer su valoración.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, sostuvo en declaraciones a Europa Press que el banco malo permitirá solucionar muchos de los problemas de la economía española y contribuir a la puesta en el mercado de las 700.000 viviendas sin vender a un precio acompasado a su valor real.
Distinta opinión tiene la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), para la que este instrumento puede caer en saco roto si no se acompaña de reformas que impidan la vuelta a las condiciones que permitieron la creación de la burbuja inmobiliaria. Expertos del sector insisten en que la medida impedirá que los pisos bajen a precios adecuados a la realidad del mercado y de la economía de los ciudadanos del Estado español con lo que la situación seguirá estancada y los pisos sin vender aunque la banca podrá sacar la cara a sus cuentas.
En este sentido, el Consejo de Ministros aprobará el viernes una reforma del Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB), que pasará de ser un vehículo de inversión a convertirse en el verdadero ejecutor de la reestructuración y liquidación de la banca.
PREFERENTES En el mismo paquete de medidas de la reforma del FROB, el Gobierno español impondrá duras restricciones a la venta de preferentes a particulares, a los que a partir de ahora se les exigirá su consentimiento de puño y letra y, en algunos casos, una inversión mínima de 100.000 euros. La mayor parte de las entidades financieras están ofreciendo canjes de preferentes por acciones u otros productos, como depósitos, que permiten recuperar el dinero pasado un tiempo.
En cualquier caso, el ministro de Economía, Luis de Guindos, descarta que "hoy por hoy" sea necesario apelar al primer tramo del rescate bancario europeo, unos 30.000 millones de euros.