madrid. Las acciones de Bankia volvieron a liderar ayer las caídas del Ibex 35 por segundo día consecutivo, tras desplomarse un 16,08%, arrastradas de nuevo por el aviso el pasado viernes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a los accionistas de que tendrán que costear el saneamiento de la entidad nacionalizada. Los títulos de Bankia, que el pasado viernes ya cayeron un 19,83%, se quedan así de nuevo a las puertas de perder el euro de valor, quedando finalmente en 1,018 euros.
El FROB recordó el pasado viernes que el Memorando de Entendimiento (MoU) de la ayuda financiera señala que "los accionistas deberán participar en la cobertura del coste de los procesos de saneamiento de las entidades que precisen ayudas públicas en los términos que establezca el plan de reestructuración que apruebe el Banco de España y la Comisión Europea".
De esta forma el organismo estatal ponía fin a la burbuja generada en torno al valor de Bankia de forma que la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri veía rota una racha de once subidas consecutivas, que le valieron para elevar su valor en Bolsa en unos 1.100 millones de euros desde su última caída, registrada el pasado 25 de julio. La caída del viernes, cercana al 20% suponía dejar el valor de la acción en 1,2 euros, cifra que volvió a caer ayer un 16%.
En esencia, la importante subida de las acciones las últimas semanas era la consecuencia del anuncio del restae europeo a la banca española, por valor de hasta 100.000 millones, que cubran de sobra las necesidades de capital de Bankia, fijadas por Goirigolzarri en 19.000. La cercanía del rescate generó el optimismo entre los inversores, pero el FROB decidió recordar que el chorro de liquidez europeo conllevará ciertos sacrificios para los accionistas, lo que geenró la tormenta de ventas del viernes, que se prolongó ayer.
Por su parte, Banco de Valencia, también nacionalizado y dentro del Banco Financiero y de Ahorro (BFA) en el que está incluido Bankia, vio caer sus acciones un 10% el viernes, caída que ayer fue aún mayor, del 23,8%, situando el precio de su acción en 0,15 euros.
Estas pérdidas lastraron al Ibex, que aún así avanzó un 0,31% y aguantó los 7.000 enteros en una jornada marcada por la indecisión de los inversores y la ausencia de referencias. La prima de riesgo española bajó ayer ligeramente hasta cerrar en 544 puntos.