Vitoria. Los primeros años de la crisis hicieron menor mella en la economía vasca que en el conjunto del Estado, pero se cobraron sus víctimas. Uno de cada diez comercios minoristas de la Comunidad Autónoma Vasca cerró sus puertas en el periodo comprendido entre 2006 y 2011. Solo un poco mejor le fue al sector de la restauración: únicamente el 7,7% de restaurantes y bares vascos no consiguió superar las malas perspectivas económicas y cesaron en su actividad. Una panorama poco esperanzador en puertas de la entrada en vigor en septiembre de la mayor subida del IVA que han sufrido muchos sectores.

Estos datos forman parte del Anuario Económico 2012 publicado recientemente por La Caixa y que dibuja un panorama desolador en cuanto al impacto de la crisis en la actividad económica del Estado español. El estudio, que hace un análisis pormenorizado de diferentes indicadores de cada uno de los municipios de más de mil habitantes, revela los estragos que ha sufrido el tejido económico en la primera fase de la crisis, ya que incluye datos estadísticos hasta el 1 de enero del año 2011.

Según revela el estudio, en la CAV desapareció el 11,4% de las actividades comerciales minoristas durante el periodo comprendido entre 2006 y 2011, cuando la economía vasca llevaba ya sobre sus espaldas más de dos años de crisis. El territorio que peor se comportó fue Gipuzkoa con un 15,4% menos de comercios, seguido de Álava (-11,9%) y Bizkaia (-7,9%).

En cuanto a las capitales, destaca por sus datos negativos Donostia, en la que se clausuraron dos de cada diez comercios minoristas. Navarra y Madrid siguen a la CAV en el ranking de comunidades que menos tiendas cerraron, aunque siempre con cifras negativas (-14,5% y -15,6%, respectivamente), muy alejadas de la media estatal, con un 20,9% de actividades comerciales minoristas menos, una cifra que duplica a la de tiendas vascas cerradas.

Estas cantidades empeoran cuando se trata de comercios de pequeños municipios: un 35,7% de los establecimientos en localidades de menos de mil habitantes no lograron sobrevivir a las primeras consecuencias de la crisis.

En catorce años, desde 1997, fecha de máximo apogeo de este tipo de negocios de la serie histórica del Anuario de La Caixa, se han perdido en la CAV diez mil comercios minoristas, pasando de 45.161 a los 35.171 registrados principios de 2011.

La mayoría de los comercios vascos que permanecen abiertos se dedica a la venta de artículos no alimentarios. Por volumen, destaca el comercio tradicional de alimentación (10.647 actividades), vestido y calzado (5.954) y hogar (5.019). Se contabilizaban 785 supermercados, 38 hipermercados y 7 grandes almacenes, así como 1.223 actividades comerciales en el sector ambulante y de mercadillos. Por su lado, la actividad comercial mayorista de la CAV también decayó, aunque en mucho menor grado que las tiendas (-2,5%).

Bares y restaurantes a la baja Los bares y restaurantes tampoco pudieron sustraerse a las primeras arremetidas de la crisis. El 7,7% de este tipo de establecimientos se vio obligado a bajar la persiana en la CAV en el periodo 2006-2011. Entre las capitales, Gasteiz y Bilbao salieron mejor paradas, incluso con ligeros incrementos de actividad del 1,4% y 0,2%, respectivamente. Sorprendentemente, Donostia, al igual que ocurre en las magnitudes comerciales, sufrió especialmente la crisis en su sector de restauración, que llevó al cierre del 10,7% de estas actividades.

La industria vasca también aguantó las primeras arremetidas de la recesión económica, al incrementarse un 12,8% la actividad industrial en el periodo 2006-11. Asimismo se refleja en el estudio la debacle del mercado laboral vasco, aunque bastante minorada porque el anuario echa mano de los datos de principios de 2011, cuando el índice de desempleo no llegaba al 10%. Por desgracia, las cosas han empeorado mucho y la actual tasa de paro en la CAV supera a día de hoy el 14,5%.

Por su parte, el parque automovilístico de nuestro entorno siguió creciendo entre 2006 y 2011, pese a la crisis y, quizás, gracias a los sucesivos planes Prever de incentivos a la compra. En concreto, se registró en la CAV un 13,6% más de vehículos.

871 bancos menos en barcelona La crisis y las sucesivas fusiones de entidades bancarias han tumbado el inmenso parque de sucursales existente de bancos y cajas de ahorro. La escabechina ha sido de dimensiones épicas: en el quinquenio 2007-2012 han cerrado 3.428 oficinas de entidades de depósito en el conjunto del Estado, casi un 8% del total. Como botón de muestra, solo la provincia de Barcelona clausuró 871 sucursales bancarias en ese lustro.

Como viene siendo habitual, según demuestra el anuario, la CAV también en este apartado se comporta de manera diferente: se ha convertido en la única comunidad, junto con Cantabria -con un incremento mucho más modesto-, que suma 58 oficinas de entidades de ahorro en este mismo periodo de tiempo. Sin embargo, tampoco la CAV se puede sustraer a la crisis de las entidades de ahorro: en solo un año, de 2011 a 2012, cerraron 47 oficinas, una cifra cercana al crecimiento que se había acumulado en el quinquenio.

En cuanto a equipamiento tecnológico, las cifras apuntan a un constante incremento de líneas de telefonía fija (1.107.038 teléfonos, un 16% más en cinco años, siendo la CAV la comunidad con mayor tasa de penetración) y de la banda ancha (con un total de 573.867 líneas).

El anuario se completa con una estadística poblacional, según la cual en el quinquenio 2006-2011 la CAV aumentó su población en casi 51.000 personas, alcanzando los 2.184.606 habitantes. El estudio destaca además, entre los municipios vascos de más de 50.000 habitantes con mayor descenso poblacional, a Getxo (-2,7%) y Bilbao (-0,4%).