BILBAO. Los últimos datos sobre desempleo juvenil en los países del sur de Europa siguen mostrando un panorama negro, una situación opuesta a la que se vive en Alemania. El motor de la Unión Europea cuenta con las tasas de paro juvenil más bajas de Europa, según informó ayer la Oficina Alemana de Estadísticas en base a cifras del organismo europeo Eurostat. En ningún otro lugar de la UE los jóvenes cuentan con mejores oportunidades de trabajo y formación como en Alemania. Mientras que en países como España o Grecia el desempleo de los jóvenes entre 15 y 24 años se sitúa en un 52,7% y un 52,8%, respectivamente, en Alemania está en el 7,9%.
En toda la UE casi una cuarta parte de todos los jóvenes de entre 15 y 24 años, un total de 5,5 millones, no tienen trabajo. La Organización Internacional del Trabajo habla ya de los peligros de estar ante "una generación perdida", aunque para muchos jóvenes este peligro es ya una realidad. El Comisario de Asuntos Sociales de la UE, Laszlo Andor, advirtió de un posible desmoronamiento social y un radicalismo político. Sin embargo, no existe ninguna receta milagrosa contra ello. "El desempleo juvenil en una determinada franja de edad de la sociedad no es un problema cualquiera. Es una locura", escribió el semanario alemán Die Zeit.
Países como Alemania o Austria han sido los grandes beneficiarios de esta crisis de los mercados laborales del sur de Europa, en concreto, sus empresas y sus sistemas de formación dual donde se ofrecen conocimientos teóricos y prácticos. De hecho, el Ejecutivo alemán informaba esta semana de que cada vez más jóvenes de Italia, Grecia y España buscan empleo en Alemania, en especial del Estado español.