Fitch cree que el rescate a la banca no será la reforma final en el sector

londres. La agencia de calificación crediticia Fitch advirtió ayer de que, a pesar de que el plan de rescate de la banca española pretende ser la "reforma final" del sector bancario, podría no ser así. Fitch señala que hay que ser prudentes respecto a la posibilidad de que el rescate a la banca vaya a solucionar los problemas del sector, debido las duras condiciones económicas y de los mercados en España.

Según la calificadora de riesgos el énfasis en proteger a los depositantes y en reducir el coste para los contribuyentes, tal y como se recoge expresamente en la redacción del memorándum de entendimiento de la ayuda a la banca española, puede dejar abierta la puerta a la posibilidad de que los acreedores de las entidades rescatadas deban asumir finalmente parte de las pérdidas, un escenario del que también advertía ayer el Estado español a través del FROB.

"A pesar de que el memorándum no impone explícitamente a los acreedores de los bancos rescatados la asunción de parte de las cargas, podría interpretarse como la sugerencia implícita de que los tenedores de deuda podrían afrontar pérdidas potenciales en el caso definitivo de bancos no viables", apunta la agencia.

En este sentido, la calificadora de riesgos advierte de que "esto podría conllevar problemas reputacionales y legales relativos a malas prácticas en su comercialización", por lo que, a pesar de que el plan de rescate de la banca española pretende ser la "reforma final" del sector bancario en España, "hay que ser prudentes respecto a la posibilidad de que vaya a ser así, debido las duras condiciones económicas y de los mercados en España", señala la agencia. "A pesar de que el rescate claramente pretende ser la reforma final del sector bancario, Fitch mantiene la cautela sobre si este será de hecho el caso, dadas las condiciones muy duras de la economía y los mercados en España", apuntó un miembro de la calificadora.