ALICANTE. El Gobierno español continuará presionando a sus socios comunitarios y al propio Banco Central Europeo para que la autoridad monetaria compre deuda del Estado de forma masiva de cara a calmar los mercados. Los esfuerzos diplomáticos se ha redoblado las últimas semanas, pero han fracasado, y el Partido Popular es el encargado de hacerlo ahora con menos cautelas de puertas afuera, de cara a la opinión pública.
En esa línea, el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, afirmó ayer que "en manos del Banco Central Europeo (BCE) está cortar el juego de los especuladores con la prima de riesgo española". "Si el BCE quiere, esto se acaba el lunes [por hoy]. Y si no se acaba el lunes es porque el BCE no quiere. O dicho de otra manera, porque alguien no quiere que el BCE quiera", opinó González Pons.
Hasta el momento el Gobierno de Mariano Rajoy no ha conseguido que el BCE intervenga en el mercado secundario de deuda. No hay ningún indicio que apunte a la cercanía de esa posibilidad. Todo lo contrario, Mario Draghi y otros portavoces del banco la rechazan de plano cada día. Encomendados a esa opción que no llega para evitar un rescate de todo el país, los populares no se explican porque el BCE rechaza el planteamiento y alimentan todo tipo de especulaciones.
"Puede que alguien, en contra del espíritu de la UE, quiera que España y los países del sur no pertenezcan al mismo club que los países del norte de Europa", aseguró Pons.
El dirigente popular hizo estas declaraciones en la clausura de la escuela de verano de Jávea (Alicante). En la primera comunidad que ha pedido la ayuda del Estado para pagar sus facturas, Pons dijo que "la disciplina contable y los tremendos y dolorosos sacrificios que están haciendo los españoles se estrellan todos los días contra los movimientos que realizan los especuladores en los mercados, que no reaccionan frente a lo que el Gobierno hace o lo que los españoles pasan, sino que anticipan y cruzan apuestas sobre lo que ellos creen que va a pasar".
"Y muchas veces -afirmó- apuestan contra España porque, con su apuesta, provocan también que las cosas le puedan ir mal a España, y es una apuesta ganadora desde el principio". Para González Pons, "España ha hecho lo que debía y los españoles han padecido lo que se les pedía. Ahora le toca al Banco Central Europeo echar una mano".
detener la especulación En esa línea, mostró su confianza en España y el Gobierno español, "y creo que si el Banco Central Europeo detiene la especulación, nuestro país va a saber reinventarse y recuperarse", manifestó. Por otra parte, señaló que España se encuentra ahora mismo "en uno de los momentos más complicados desde los últimos treinta años".
El Gobierno "se está viendo forzado a tomar decisiones que son muy dolorosas para los ciudadanos" y que nunca le hubiera gustado tomar, expuso. "Aunque sean decisiones valientes, son decisiones responsables y necesarias", ha agregado. Según González Pons, "muchos ciudadanos, legítimamente y con razón, están enfadados", pero la circunstancia económica es "muy compleja" y "no hay alternativa: sólo se puede hacer lo que se puede hacer, y no hacerlo nos conduce al abismo". A su juicio, el actual es el momento de "reconocer que hemos pedido a los españoles muchos más sacrificios de los que debían".
"Sacrificios necesarios, pero sacrificios enormes. Lo ha hecho un Gobierno que, con sentido de responsabilidad, está sabiendo mantener la calma", explicó
Destacó del mismo modo que, "en este instante en el que tantos se están poniendo tan nerviosos, Mariano Rajoy y su gobierno están siendo capaces de mantener la calma, la tranquilidad y la frialdad suficiente como para poder tomar las decisiones complejas que este momento complejo está exigiendo".
Es el "momento de "la política directa y austera y de los comportamientos ejemplares", según González Pons, quien pidió a los socialistas y los sindicalistas que colaboren con el Gobierno para resolver los problemas que "ellos crearon".