España ya tiene vía libre de sus socios para recibir hasta 100.000 millones de euros con los que sanear un sector bancario enfermo tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Una hipoteca que a tenor de la evolución registrada ayer por la prima de riesgo española está lejos de tener el efecto balsámico que se esperaba. Los ministros de economía y finanzas de la Eurozona dieron luz verde, por teleconferencia y "unanimidad", a un rescate que pondrá a disposición de España a finales de este mes de julio un primer tramo de 30.000 millones por si fuera necesario recapitalizar con urgencia alguna de las cuatro entidades intervenidas. El acuerdo será firmado el próximo martes y obligará a España, además de a reestructurar bancos y someterse a un estrecho marcaje de Europa, a seguir a rajatabla los ajustes y reformas estructurales prometidos.
La declaración recuerda que más allá de las condiciones bancarias, el gobierno deberá cumplir con sus compromisos dentro del procedimiento por déficit excesivo que tiene abierto así como en materia de reformas para corregir los desequilibrios macroeconómicos identificados por el Ejecutivo comunitario. "Los progresos en estas áreas serán revisados muy de cerca y de forma regular en paralelo a la condicionalidad al sector financiero", avisa el Eurogrupo.