Madrid. El nuevo gobernador del Banco de España, Luis María Linde, admitió ayer "fallos" de "supervisión macroprudencial" de su antecesor Miguel Ángel Fernández Ordoñez, en la última década, aunque lo contextualizó en el ambiente internacional de "euforia", a veces "disparatada", que llevó a cometer "excesos" en España y otros países.

En su primera comparecencia en el Congreso como gobernador de la entidad supervisora, Linde dejó claro que, a pesar de que la mayor parte de las críticas han ido a parar a Fernández Ordoñez, él también se considera de algún modo "responsable" de esos fallos, entre otros motivos porque lleva años ligado a la entidad supervisora- en 1983 fue nombrado subdirector general y jefe de Operaciones Exteriores del Banco de España-. "Tenemos que flagelarnos pero no en exceso, porque no somos los peores de la clase -añadió-. Pero hay que aprender de los errores y tomar determinadas medidas, aunque a veces cueste mucho", según Linde.

El gobernador puso como ejemplo algunas cuestiones que ilustran que se actuó "de modo insuficiente" en la crisis financiera, como la aprobación de las llamadas "fusiones frías" entre cajas, cuyo efecto final "no fue demasiado positivo y contribuyó más bien a retrasar decisiones y ajustes".

Otra de las realidades que apuntó Linde fue que "casi nadie previó la doble recesión, algo que afectó, sin duda, a la calidad de los test de solvencia que el Banco de España realizó en 2010 y 2011". Otro ejemplo estaría en la provisión anticíclica a la que el Banco de España "se vio obligado, si no a renunciar del todo sí a hacerlo en parte", indicó Linde, quien consideró que "hoy muchos estarían de acuerdo en que el defecto principal de aquella norma era su timidez y su insuficiencia" para contener el crecimiento excesivo del crédito.

Así, destacó que no se puede atribuir toda la responsabilidad a la coyuntura económica internacional, a los problemas de la zona del euro o a la recesión de España. Asimismo, aseguró que el Banco de España, junto con el Gobierno y las autoridades europeas, "va a hacer todo lo posible para encontrar soluciones satisfactorias" al problema de las participaciones preferentes. Linde además, afirmó que no cree que el Banco de España tenga un problema de prestigio, y dijo que si tiene algún "problema" se resolverá "rápido".

Sobre el papel del Banco Central Europeo (BCE), pidió un reconocimiento por haber asumido "buena parte" de la estabilización del euro con medidas como la compra masiva de deuda soberana, mecanismo que no ha descartado que vuelva a activarse en un futuro, aunque no de forma inmediata o en las próximas semanas.

'Pseudotroika' En cuanto a lo que ha definido como la pseudotroika -"porque no estamos intervenidos totalmente"--que vendrá a vigilar el proceso de saneamiento de las entidades con ayuda europea, dejó claro que el Banco de España no estará bajo sus órdenes, sino que será "una pieza más" del mecanismo. En lo que concierne al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), aseguró que no le parecería "imposible ni ilógico" que hubiese una "adaptación o reforzamiento de su gobernanza" en el futuro, ya que gestionará esta ayuda europea, que podría ser de hasta 100.000 millones.

Los portavoces de los grupos parlamentarios han pedido a Linde que ayude a "recuperar la moral perdida en los últimos meses", según las palabras del portavoz de CiU, Sánchez Llibre.