Vitoria. El grupo cooperativo vasco Eroski parece decidido a erradicar de un plumazo actitudes como la de una encargada en uno de sus hipermercados en Almería, a la que acaba de despedir por colgar fotos en Facebook vinculadas con su actividad, un hecho avalado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que considera "ajustado a Derecho" la aplicación de este despido disciplinario al haberse quebrantado la "confianza y buena fe, base del contrato de trabajo", reconoce el auto.
Aunque la cooperativa no ha querido especificar ni cuándo ni cómo -sí confirmó a este periódico los hechos-, es plausible acertar que éstos se produjeron hace unas semanas, presumiblemente durante la celebración de la pasada Eurocopa de Polonia y Ucrania, ya que en alguna de las polémicas fotografías, la protagonista lucía una camiseta de la Selección Española que esos días comercializaba Eroski entre sus clientes por la compra en sus establecimientos.
El motivo del despido no fue otro que la subida en esta red social de varias fotos de la encargada y otras compañeras en su puesto de trabajo en una actitud poco adecuada. Según reconoce probado la sentencia, la despedida creó un book en su puesto de trabajo con imágenes en un tono festivo, simulando entre otras cosas que bebían alcohol, tirándose por las mesas y abanicándose con billetes de 50, 100 y 200 euros frente a la caja fuerte de la empresa, que en las fotografías aparece abierta. Para mayor escarnio de la trabajadora despedida, Eroski añade que en las fotografías aparecían también "mercancías consideradas sensibles por la empresa debido al volumen de robos".
Por todo ello, el TSJA estima que dichas fotografías pueden afectar no sólo al derecho de imagen de la empresa al aparecer logotipos que la identifican y las tarjetas de identificación, sino también por las actitud de la actora en las propias fotografías con un fajo de billetes, la caja de caudales abierta y en actitud de beber bebidas alcohólicas, infrigiéndose asía culquier tipo de medida preventiva frente a los atracos que pudieran producirse al mostrar en una red social no nólo la situación de la caja sino la modalidad de la misma. Por su parte, la empresa se quejó en la carta de despido de que las trabajadoras implicadas comprometieron la "seguridad" del supermercado al permitir que cualquier persona ajena a la empresa tuviera conocimiento del interior de la caja fuerte.