londres. El subgobernador del Banco de Inglaterra, Paul Tucker, pidió ayer comparecer con urgencia ante el Parlamento británico para dar explicaciones tras haber sido vinculado por Barclays con el escándalo de la manipulación del Líbor (Euríbor inglés) para obtener beneficios adicionales.

Tucker, considerado principal candidato para ser el próximo gobernador de esa institución, escribió a la comisión del Tesoro de la Cámara de los Comunes expresando su deseo de testificar lo antes posible "para aclarar su posición". Respondía así a la filtración desde Barcleys de una conversación telefónica fechada en octubre de 2008 entre Bob Diamond (ya exconsejero delegado del banco investigado) y Tucker, en la que supuestamente el subgobernador del Banco de Inglaterra advertía a su interlocutor de que el Gobierno iba a investigar los datos usados por Barclays para fijar el Líbor.

Según el resumen de esa conversación, que Diamond expuso ayer ante la comisión del Tesoro, él le dijo al subgobernador que las estimaciones al alza que manejaba su entoidad se debían en parte a que otros bancos estaban aportando datos falsos para el cálculo del Líbor, algo a lo que Tucker supuestamente respondió que "eso sería aún peor".

Tanto Diamond como Tucker -si finalmente comparece ante el parlamento británico- deberán aclarar el contenido de esa enigmática conversación, de la que parece desprenderse, por una parte, que el subgobernador fue informado de que había bancos que falsificaban el Líbor y, por otra parte, que éste desveló que había miembros del Gobierno que podrían haber querido influir en su cotización.

el punto de partida Según Barclays, fue a raíz de esa conversación cuando Jerry del Missier, que también dimitió el martes de su cargo de jefe de operaciones de esta entidad bancaria, interpretó que desde las altas esferas se les pedía que bajaran sus estimaciones para el Líbor, instrucción que supuestamente trasladó a sus subordinados.

Los reguladores británicos y estadounidenses multaron a Barclays por aportar datos falsos para fijar el Líbor a su propio interés económico o, en plena crisis crediticia de 2008, para dar una falsa imagen de fortaleza financiera frente a sus rivales. Varios miembros del Gobierno laborista -en el poder en 2008, fecha de la conversación telefónica- negaron tajantemente haber intervenido en el proceso de cálculo del tipo de interés al que se prestan los bancos.

no sabía Para disculparse ante posibles repercusiones legales, Bob Diamond, aseguró ante el Parlamento británico que hasta "este mes" no se enteró de que en Barclays se manipulaba el Libor, pese a reconocer que había dudas dentro del sector bancario sobre la fiabilidad de esa tasa. El ya exconsejero delegado de esa entidad estuvo declarando durante más de tres horas.