Bruselas. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, resaltó ayer que la ayuda a corto plazo aprobada por el Eurogrupo para España e Italia "no es gratis" y supondrá "condiciones estrictas" para ambos países aunque se flexibilicen las normas de intervención del fondo de rescate. Van Rompuy negó que el resultado de la cumbre sea una victoria del Monti y Rajoy, sobre la canciller alemana, Angela Merkel, y sostuvo que el acuerdo final es "equilibrado". "Fue una negociación dura que llevó horas y que no se puede resumir en ganadores y perdedores", dijo Van Rompuy. "Tenemos una misión que es estabilizar la eurozona y para lograrlo tenemos que apoyar a los países bajo presión del mercado. Pero esos países también deben cumplir y cuando reciben ayuda es siempre con condiciones", resumió. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, pidió la "rápida conclusión" del memorándum que recogerá las condiciones de la ayuda a los bancos españoles de forma que "tan pronto como esté listo se pueda dar". En la misma línea que Van Rompuy se pronunció la canciller alemana, Angela Merkel, quien defendió el acuerdo de ayer, pero subrayando que no puede haber "ninguna prestación sin contraprestación".