vitoria. Los trabajadores de la antigua Laminaciones Arregui, ahora encuadrada en el grupo Celsa Atlantic, volvieron a concentrarse ayer en Gasteiz, en esta ocasión como punto final del periplo que uno de sus compañeros, Eduardo Iñiguez de Heredia, ha realizado a pie hasta la sede central de la compañía en Barcelona y que el miércoles pasado culminó en una larga reunión con la dirección de la empresa de la que Iñiguez de Heredia salió con sensaciones positivas. Un acto el de ayer celebrado en la plaza de la Virgen Blanca, que sirvió como prólogo al concierto solidario con los trabajadores que por la noche tuvo lugar en la sala Jimmy Jazz a cargo de Soziedad Alkoholika y Betagarri. Sobre las dos plantas de Celsa en Álava, que emplean a 358 personas, sigue pendiente el Expediente de Regulación de Empleo de extinción planteado por la empresa, en una situación aún más compleja y de incertidumbre si cabe tras la suspensión de la asamblea que inicialmente debería haberse celebrado ayer. Foto: paulino oribe