madrid. El Tesoro español se volvió a enfrentar ayer a los mercados en una subasta de deuda en la que colocó 2.219 millones de euros en bonos, un importe por encima de su objetivo de emisión, pero lo logró a costa de elevar el interés. España tuvo que pagar las dudas suscitadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy al negarse a concretar los detalles del rescate a la banca, y en el caso concreto de los bonos a cinco años el interés que tendrá que abonar el Estado a los inversores se situó por encima del 6%, el más elevado desde 1996.
Del total de deuda colocada ayer, el Tesoro español adjudicó 602,27 millones de euros en bonos a cinco años, con vencimiento en 2017, elevando el interés marginal hasta el 6,195%, el mayor desde 1996 y por tanto de la era euro. En la anterior subasta de estas características, el interés marginal se situó en el 4,98%.
Además, el Tesoro colocó 699,5 millones en bonos a dos años, con vencimiento en 2014, con un interés que también se incrementó hasta el 4,79%, desde el 2,21% de la subasta precedente. En el caso de los bonos a tres años, se adjudicaron 917,6 millones de euros, aunque el interés marginal se elevó hasta el 5,51%, por encima del 4,9% anterior. La rentabilidad del bono español a diez años se reducía hasta el 6,5%.
Los analistas de Ahorro Corporación creen que con esta subasta España ha pasado "una prueba de fuego" que "demuestra que el país "sigue teniendo financiación en los mercados", por lo que en su opinión, no necesitará una ayuda adicional a la de la banca. Tras la puja, la prima de riesgo española cayó por debajo de los 500 puntos, si bien cerró la jornada en 507. El Ibex-35, por su parte, retrocedió un 0,33%.