Aclárenos el escenario, ¿hablamos de un rescate o una línea de crédito como dice Rajoy?
Yo me quedo con la línea de crédito. El objetivo inicial era cubrir de forma holgada las necesidades de capital de las entidades financieras que resulten de la auditoría externa. En condiciones normales, las teóricas necesidades de fondos -entre 40.000 y 60.000 millones de euros - habrían sido cubiertas sin problema en el mercado. Pero en estos momentos los mercados no funcionan. Y parte de este mal funcionamiento obedece a un deterioro de la confianza hacia España. La línea de crédito debería haber relajado estas preocupaciones. Lamentablemente, muchos detalles relevantes del acuerdo están sin definir y la tensión en Italia más las elecciones griegas suponen un deterioro adicional del mercado.
Pero Europa sí lo ve como un rescate y entonces no hay muchas dudas: habrá contraprestaciones económicas, nuevos ajustes.
Mire, los ajustes de la economía española deben cumplirse tanto dentro como fuera de la zona euro. Son ajustes imprescindibles para reducir los desequilibrios y propiciar un mayor crecimiento potencial en el futuro. Son, al final, ajustes fundamentales para que las condiciones de financiación de la economía española mejoren. Y no solo me refiero al sector público o a las entidades financieras. Hay que hacerlos y mejor hacerlos de forma autónoma y no que sean impuestos en el futuro.
¿Es el rescate la solución para la banca o solo un parche?
Las tres primeras aproximaciones para solucionar el problema del sistema financiero español se centraron en el tamaño y la liquidez. Las dos últimas se han centrado en su solvencia. Hemos llegado a un punto de deterioro de la confianza en el sector en el que hay que tomar decisiones contundentes con un triple objetivo: uno, conocer y cuantificar con total transparencia sus riesgos; dos, delimitarlos entre entidades, de forma que eliminemos el riesgo sistémico actual, y tres, poner suficiente dinero, más del necesario, para ajustarlos. Y en esta última etapa estamos. ¿Será suficiente? Por el momento creo que lo será. Ahora solo debemos realmente aplicar los ajustes en las entidades que reciban los fondos y aplicar medidas en la economía que nos permita una recuperación a medio plazo.
El objetivo es también que fluya el crédito, ¿será posible?
Primero hay que ajustar a las entidades que lo precisen y mejorar sus condiciones en los mercados; luego, incidir en el crédito una vez mejoren las perspectivas económicas. Además, las autoridades deberían buscar alternativas a la financiación vía entidades financieras a corto plazo. En Estados Unidos la financiación bancaria apenas es un 40% del total de financiación del tejido empresarial. No es fácil, pero es que en este momento toda decisión es difícil.
Bruselas contempla el plan de rescate como un proceso de selección natural y pide a España que cierre los bancos cuya caída no suponga riesgo para la economía en general.
Aún no conocemos con claridad las contrapartidas que se exigirá a las entidades financieras que reciban los fondos. Dicho esto, hay un problema de exceso de tamaño en el sector financiero español. Antes me he referido a ello. El proceso para su reducción se inició hace cuatro años y va a continuar en el futuro.
¿Es la recomendación de Bruselas de eliminar lastre bancario una crítica implícita al proceso de fusiones?
A todos nos hubiera gustado que hubiera sido más rápido, más contundente. Que en todos los casos se primara la eficiencia sobre el resto de las razones. Pero la concentración ha sido importante y el ajuste del sector, notable. Con todo, el entorno se ha deteriorado de forma clara: la crisis del euro y la recesión de la economía española. Todo ello afianzando el propio deterioro de la confianza en el sistema, lo que ha derivado en unas condiciones de financiación casi imposibles. Esto se busca resolver con las últimas medidas aprobadas y su cobertura desde Europa.
¿Cuánto tiempo puede aguantar España en esa zona en la que la rentabilidad del bono a 10 años encarece cada día la financiación?
La realidad es que, más que el nivel de tipos lo negativo es la velocidad del deterioro. El mercado se colapsa y se cierra para acceder a fondos. En el fondo, solo el Tesoro tiene acceso y no por mucho volumen probablemente. Por lo demás, el tipo de interés es importante. Para la sostenibilidad de la deuda pública probablemente necesitamos un tipo de interés medio de financiación a medio plazo inferior al 5%. Dicho todo lo anterior, no se trata de una reacción automática de un tipo muy elevado a una intervención del exterior.
¿Será necesario un segundo rescate, en este caso del país?
Depende de tres cuestiones: de las autoridades españolas tomando nuevas medidas de ajuste -especialmente centradas en el gasto público estructural-, depende de las autoridades europeas tomando realmente decisiones de integración financiera y fiscal y marcando etapas para la integración política y depende del Banco Central Europeo introduciendo racionalidad en un mercado dominado por el pánico.
¿Qué papel juegan los eurobonos?
Son el resultado de la integración financiera y fiscal a la que me refería. Pero, hoy por hoy, una mera promesa. Quizás realidad para determinados objetivos marcados por la Comisión Europea.
¿Cómo puede recuperar España la credibilidad?
Es importante tomar medidas estructurales: eliminar rigideces. Y aquí hablamos del mercado de trabajo -sí, más reforma- y del mercado de producción. Aumentar la competencia en el sector servicios, incluyendo un único mercado en España. Es importante fomentar el aumento de tamaño de las empresas, hacerlas más transparentes de forma que mejore su acceso a la financiación. Es muy importante abrirlas al exterior. Y aquí el tamaño importa. Es relevante crear, al final, las condiciones para que se recupere la inversión empresarial productiva -interna pero especialmente externa-. Es evidente que hay que racionalizar el tamaño del sector público. Y tomar medidas para reducir el déficit, primando recortes en el gasto estructural. Es fundamental comunicar todo esto muy bien y es clave coordinarlo con el resto de nuestros socios europeos para tener su respaldo. Pero no es solo un problema de credibilidad exterior: son medidas necesarias para aumentar el crecimiento potencial y volver a recuperar el empleo perdido.
¿Se desgasta el Gobierno de Rajoy?
¿A apenas seis meses de las elecciones? ¿Un Gobierno con mayoría absoluta? Espero que no.
Dice el PP que el rescate lo pagarán los bancos y no los ciudadanos, ¿pero beneficiará en algo al ciudadano?
Lamentablemente, los ciudadanos observarán los beneficios de la recapitalización de la banca a medio y largo plazo. Pero a corto deben observar que la alternativa a no hacerlo podría ser mucho peor.
¿Y realmente pagará la ronda la banca o repercutirá en el ciudadano?
Lo sabremos al final del proceso.