Lo que Mariano Rajoy vendió hace diez días como una línea de crédito de 100.000 millones de euros sin condiciones y un éxito personal se ha tornado en un completo fracaso. Tanto que el presidente español admitió ayer que el multimillonario préstamo a la banca "es tremendamente dañino" porque vincula el riesgo soberano con la deuda bancaria.

¿Qué ha sucedido en poco más de una semana para que Rajoy rectifique y reconozca que el pacto negociado por su ejecutivo no solo no es beneficioso sino que es nocivo? Lisa y llanamente que los mercados no se creen que el plan de rescate para la banca española sea la panacea que vaya a resolver los males de la economía española. Y prueba de ello es que la prima de riesgo sigue su escalada. Rajoy llevó ayer esta preocupación a la cumbre del G20 con la intención de mantener viva una llama entre los líderes de las potencias más importantes del mundo que en Bruselas está completamente apagada. El Gobierno central insistió en defender que las ayudas del fondo de rescate a la banca española deben llegar directamente a las entidades en dificultades sin pasar por el Estado y sin obligarle, por tanto, a avalar el préstamo en caso de pérdidas.

Una idea que suscita simpatías en la Comisión Europea. El portavoz del comisario de asuntos económicos, Olli Rehn, reconoció ayer que cuando la discusión se lanzó el Ejecutivo se encontraba entre los partidarios de una mayor flexibilidad pero recordó que los gobiernos aprobaron reglas distintas y que, por tanto, no es algo viable a corto plazo. En similares términos se pronunció el comisario de competencia, Joaquín Almunia. Ante la Eurocámara recordó que con la legislación actual "no es posible" canalizar ayudas directamente a la banca pero que "no hay que descartar" que sea modificado.

Y es que quienes mandan y quienes tienen la capacidad de alterar la letra pequeña del fondo de rescate son los gobiernos europeos y teniendo en cuenta que países como Holanda, Finlandia o Austria ya intentaron endurecer las condiciones impuestas a España durante el Eurogrupo que diseñó el rescate se presenta complicado que accedan ahora a los deseos de Rajoy. Ayer un alto funcionario del Eurogrupo recordó que "según las reglas y procedimientos vigentes un ejercicio de recapitalización directa no es posible. Se que hay centenares de personas diciendo que lo es pero no lo es. Hay centenares de personas que dicen que es deseable... especialmente en España", añadió con ironía.

Ayer un alto funcionario europeo aseguró que la ayuda a España se concederá bajo "estrictas condiciones" que implicarán desde reestructuración bancaria hasta una mayor regulación y supervisión del sector y es que la sensación en Bruselas es que es necesario atajar un problema que se concentra en las entidades más pequeñas del mediterráneo. Señalaron que hay una "fuerte preferencia" en el Eurogrupo por canalizar las ayudas a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fo-ndo de rescate permanente que confían entre en vigor en julio, porque concede ser acreedor preferente, es decir cobrar primero en caso de impago.