Vitoria. "Vive con sencillez y la economía de la gratuidad nos hará felices". Podría ser parte de un discurso político de los muchos que invitan a la ciudadanía a apretarse de forma solidaria el cinturón para sentar los pilares que permitan abandonar la crisis lo antes posible, pero la frase en cuestión forma parte de un anuncio de Cáritas que ayer descansaba en el pórtico de la iglesia de San Miguel. A tan sólo cien metros, en el Palacio de Villa Suso, la patronal alavesa reunía en su asamblea anual a un cúmulo de empresarios que también sondeaban vías para lograr la felicidad en forma de nuevos empleos. Resultado: la luz sigue sin aparecer al final del túnel.
Recién llegado de Brasil y Chile -en la expedición empresarial que acompañó al rey Juan Carlos-, aterrizó en Vitoria el presidente de la CEOE, Joan Rosell, cargado de un mensaje optimista que contrastó sobremanera con los malos augurios expuestos, tan sólo unos minutos antes, en el encuentro a puerta cerrada que mantuvieron los empresarios alaveses.
Rosell ve en las exportaciones el puente a la recuperación para las maltrechas arcas españolas, pero en SEA también preocupa la ausencia de flotadores de las pequeñas y medianas empresas, el verdadero núcleo del tejido territorial, a medio y largo plazo.
DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA recogió las opiniones de algunos de los asistentes a la asambleas, testimonios que ponen sobre la mesa el nudo gordiano al que estos profesionales se enfrentan en su día a día: la falta de financiación. Los bancos han cerrado sus otrora espléndidas reservas a la hora de trasladar liquidez a nuevos proyectos, si no es con avales que rayan lo impensable.
Por ello, el responsable del Hotel de Apartamentos Irenaz, Iván Saldaña, cuestionó que las generosas dosis del optimismo trasladado por Rosell ante sus colegas alaveses fueran parte de las previsiones de la CEOE o, por el contrario, se debieran al "jet lag" fruto del largo viaje transoceánico. "Tenemos que trabajar mucho y duro para conseguir las pinceladas que nos han dado esta mañana", apuntó en referencia al discurso del presidente de la patronal estatal.
El empresario hotelero critica que se dibuje un escenario de tres o cuatro años en los que se pretende subir la empinada cuesta a la que se enfrenta la sociedad alavesa, pero "sin que nos den dinero para ese tiempo". Así las cosas, sin financiación, Saldaña asegura que la salidas que se ven a día de hoy son escasas.
Con un mayor optimismo afronta Román Knörr los meses y años venidores, sobre todo, después de escuchar el mensaje que Rosell trasladó al empresariado alavés. Curtido en mil batallas y con la experiencia de haber liderado las patronales alavesa y vasca, Knörr ve "cierta esperanza" en el nuevo tiempo, aunque sin fijar una fecha concreta en la que la remontada económica sea una realidad.
Y es que los empresarios no consideran que sea el momento de mirar el calendario para hablar de una situación saneada, ya que, como estima el responsable de EGA Master, Aner Garmendia, "no es una cuestión de un año ni de dos, porque esto va para largo".
El empresario alavés sacó en claro tras el encuentro de ayer con sus compañeros que el pesimismo es mayoritario viendo las dificultades que existen para lograr financiación. Ante este hándicap, Garmendia valoró que hoy por hoy la principal diferencia entre las firmas radica en que las que cuentan con "un negocio internacional importante van mejor que las demás".
En esta misma línea, Blanca San Vicente, de Ondo, asegura que haría falta "una bola de cristal" para concretar de forma fiable el final de los severos efectos que la crisis está teniendo en el tejido empresarial alavés. "Hay quien dice que se están poniendo los pilares necesarios, pero la verdad es que hay muchas dudas al respecto", apuntó la empresaria.
Todos estos profesionales alaveses tomaron parte tras el encuentro asambleario en un almuerzo que estuvo precedido por las palabras del lehendakari, Patxi López, quien también tiró de oficio para trasladar esperanza a la clase empresarial.
Al igual que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el jefe del Ejecutivo autonómico comparte la necesidad de que el Banco Central Europeo promueva los eurobonos que, a día de hoy, figuran como principal salida a la crisis -o freno al rescate continental- en los discursos políticos.
A escala local, el lehendakari expuso las bondades de la economía alavesa incrustadas en el tan manido "modelo Euskadi" que acompaña las intervenciones del líder socialista desde hace semanas. Así apuntó que éste es el territorio "con menor tasa de paro de España, con ratios similares a los de la UE" y recordó los acuerdos alcanzados con la planta de Mercedes en la capital alavesa para construir la primera furgoneta eléctrica en serie del mundo, así como el pacto con Aernnova "para formar y contratar a cien jóvenes".
Dos episodios que no despejan las sombras muy presentes en las previsiones del empresariado alavés para los próximos años.