bruselas. La promesa de la coalición de izquierda radical, Syriza, de abolir el plan de ajuste pactado entre el anterior gobierno, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional hace temblar a Europa que se mantiene a la expectativa por las consecuencias que el resultado electoral podría tener sobre el euro y el conjunto de la Eurozona. El portavoz de la Comisión Europea en Atenas, el bilbaino Carlos Martín Ruiz de Gordejuela, se muestra cauto sobre el devenir electoral pero firme en las consecuencias: "No habrá más fondos si se rechaza el memorándum".

Hace dos años que no dejamos de hablar de Grecia, de su crisis, de su rescate, ¿qué ha ocurrido para llegar a esta situación?

El primer memorándum se implementó en mayo de 2010 y no es cierto que en este tiempo no haya habido reformas. Se ha reducido el déficit de forma muy importante y ha habido reformas estructurales que no se habían llevado a cabo antes, como la unificación del gran número de fondos de pensiones que tenían, unos 200. Tampoco se conocía el número de funcionarios que tenía el sector público y se ha hecho un censo para conocerlo. Se ha puesto un poco de orden en la casa. No se puede decir que no ha habido avances, pero es cierto que en otras cuestiones los avances no han sido tantos como esperábamos.

¿Por ejemplo?

La reforma de la administración fiscal lleva mucho retraso y es básica para conseguir que el Estado obtenga ingresos y sanee su situación. También van con retraso en las privatizaciones. Se anunció en febrero de 2011 un plan muy ambicioso de 50.000 millones de euros pero se ha avanzado muy poco. En parte debido a la recesión porque es difícil colocar todos esos bienes en el mercado pero también por falta de decisión política, y porque hay muchas trabas administrativas.

¿Qué bienes hay para privatizar?

Grecia es un país que comparativamente con otros Estados miembros tiene una gran riqueza del Estado. Hay un tema sacrosanto que es el territorio y las islas pero tienen muchas participaciones en empresas públicas. En electricidad, energía, empresas que tradicionalmente en otros países se han privatizado pero en Grecia no lo han hecho. En muchos casos son empresas que no solo no producen sino que les cuesta mucho dinero en términos de mantenimiento. No se trata de vender y dejar el país en manos de los extranjeros sino simplemente potenciar la inversión directa, facilitar el clima empresarial.

¿Cómo es posible que el Estado no supiera cuántos funcionarios tienen?

No había un control de la situación. No sabían cuántos funcionarios había ni a qué se dedicaban. Había organismos fantasmas, restos del pasado que no se habían ido liquidando. Además, tradicionalmente el sector público ha sido una manera fácil de absorber mano de obra disponible ya sea por conexiones políticas, familiares o por contacto. El número deben ser entorno a los 700.000 aunque el tamaño no es tan elevado como puede ser el de los países del norte y en términos absolutos no es un sector público insostenible. El problema es la competencia. Producen mucho menos que los países escandinavos que tienen más funcionarios.

Con este panorama ¿cómo ha podido sobrevivir el país hasta ahora?

El plan de ajuste no ha sido el que ha causado la crisis sino el modelo de economía que han llevado y que ha sido insostenible. Han tenido unos niveles de crecimiento muy importantes, por encima de la media, hasta que llegó la crisis pero se ha visto que fue un crecimiento sobre pies de barro, basado en el consumo interno, con muy poca inversión, muy poca exportación, mucha importación y financiado a base de deuda así que en cuanto ha cambiado el clima y la coyuntura internacional se ha visto que es una economía muy frágil. Pero el programa de ajuste no se ha impuesto. Se ha negociado y son medidas que se tenían que haber tomado aún sin programa.

El engaño en las cifras permitió que entraran en el euro sin cumplir los requisitos, se les acusa de no pagar impuestos, de fraude generalizado. ¿Se fían ya de sus números?

Eurostat no tenía capacidad de hacer inspecciones sobre el terreno porque los estados miembros no lo han querido hasta hace poco. Así que no tenía la posibilidad de ir al país y comprobar que los datos que le enviaban era ciertos. Esta semana se le ha dado un certificado de aprobación de que las cuentas del servicio griego son fiables y estarán a partir de ahora sin asterisco. Pero no se puede generalizar y decir que los griegos no trabajan y no pagan impuestos. El problema es a nivel institucional, no tienen estructuras que funcionen de forma eficiente. Si necesitas pedir una licencia de obra para reformar tu casa, si necesitas cualquier papeleo, en Grecia se convierte en un quebradero de cabeza. La legislación fiscal ocupa miles y miles de páginas así que incluso para un experto es muy difícil saber a qué atenerse y tener seguridad jurídica. Todo esto hace que el propio sistema tenga muchos agujeros y que mucha gente se intente aprovechar pero no se puede decir que haya una tendencia distinta a otros países.

El año pasado fue intenso en manifestaciones. El hartazgo es evidente. ¿A quién culpan los griegos: a sus políticos, a Europa, a la austeridad de Alemania?

Tienen una mezcla entre frustración y enfado. Son conscientes de que tienen una economía que no es muy eficiente y achacan la situación a sus distintos gobiernos, de un color y de otro. Se ve en el nivel de la abstención de las últimas elecciones que hay un hastío sobre el sistema político tradicional, que se ha basado en los últimos años desde la restauración de la democracia en la alternancia de poder entre dos partidos (Nueva Democracia y PASOK). Están realmente cansados de este sistema y le achacan todos los males y el haber llevado al país a la situación en la que se encuentra. En cuanto a su visión de Europa, la crisis ha hecho que su proeuropeismo haya bajado. Hay muchas suspicacias hacia algunos países como Alemania, por motivos históricos, pero diría que en preguntas clave se sigue viendo el apoyo de los griegos a la Unión Europea. Todos los eurobarómetros piden más Europa, no menos.

¿Se ven los griegos fuera del euro, fuera de la UE?

La última encuesta dice que entre el 80 y 85% siguen estando a favor de la permanencia de su país en el euro. No se ven fuera del euro y mucho menos de la UE aunque hay una cierta contradicción porque unos dos tercios de la población están en contra del memorándum. Es decir, están de acuerdo en seguir en el euro pero no tanto en los sacrificios que tienen que hacer para permanecer.

El 17 de junio vuelve a haber elecciones legislativas. Las últimas encuestas apuntan a un empate entre ND y Syriza e incluso a victoria de esta última formación. ¿Qué espera la Comisión Europea de los comicios?

El resultado de las elecciones es algo que tienen que decidir los ciudadanos griegos y la Comisión Europea respeta el proceso democrático. Pero esperamos que tras el cambio de Gobierno Grecia siga manteniendo los compromisos adquiridos tanto con la UE como con el FMI para seguir implementando el programa.

¿Y si la matemática electoral no permite formar gobierno?

Es en interés de los griegos el tener un gobierno estable. Si se habla de renegociación o discutir algunos elementos del memorándum es en interés de Grecia formar rápidamente un gobierno que vaya a Bruselas, se ponga a hablar con sus socios y discuta en qué términos se puede modificar y en qué no.

¿Qué ocurriría si el gobierno resultante de las urnas decide unilateralmente no aplicar el programa de ajuste?

El memorándum está abierto a modificaciones. De hecho cada tres meses cuando viene la troika se verifica la implementación del programa. Se pueden modificar medidas específicas. Está sujeto a ajuste fino, lo que no se puede es renegociar todo desde cero porque hay un compromiso firmado entre el Gobierno griego y sus socios europeos a cambio de una ayuda financiera importantísima. Lo que en cualquier caso no es posible es que Grecia siga recibiendo ayuda financiera si unilateralmente decide rechazar el plan de ajuste. Es una condición absolutamente necesaria. De ninguna manera podrá recibir fondos si rechaza el memorándum.

¿Si deja de recibir ayuda financiera entra en bancarrota?

Será muy difícil que haga frente a sus obligaciones porque al margen de la deuda sigue teniendo un déficit primario grande. Sigue teniendo déficit comercial, sigue consumiendo más de lo que ingresa, de lo que produce.

Es decir, que están obligados a resistir lo que les echen.

La Comisión reconoce que las medidas son muy duras pero este programa les ha permitido evitar la bancarrota que hubiera llegado en mayo de 2010 y hacer reformas para ponerles en una vía sostenible. Lo que hay que comparar no es con promesas sobre un salario básico de 1.200 euros. Lo que hay que comparar es con la alternativa y esa es la bancarrota y posiblemente una salida desordenada del euro.